“No nos habíamos recuperado de la crisis financiera” cuando llegó la asociada a la pandemia de COVID-19, que es “la que marca la pauta” de los resultados del informe de Cáritas presentado este jueves por la ONG (que sitúa a cerca de 425.000 personas en riesgo de exclusión severa), según el viceconsejero de Presidencia, Antonio Olivera, quien ha insistido en que “son preocupantes, lógicamente”, aunque “nos sitúan en niveles muy lejos” a los de la crisis de 2008,.
Olivera ha comentado tras la reunión del Consejo de Gobierno que, a diferencia de otros responsables de otras comunidades que han realizado “declaraciones muy desafortunadas”, en alusión al portavoz del ejecutivo de la Comunidad de Madrid, Enrique Osorio, en Canarias “no podemos obviar que la pobreza está ahí”.
Olivera ha pedido tener en cuenta que la pobreza “en territorios avanzados” se mide en términos relativos, y que el riesgo de padecerla se establece en el umbral de unos ingresos inferiores al 60% de la media.
De la misma manera que ha reconocido que la pobreza “tiene muchas caras, no siempre evidentes”, y que en el Gobierno de Canarias son conscientes de que “trabajar no te aleja” de esta situación en todos los casos.
Ha indicado que el ejecutivo analizará “con mucho interés” este informe y que tomará decisiones para “aumentar la base” de personas cubiertas con rentas de ciudadanía. En este sentido, ha recalcado que al inicio de la actual legislatura eran 5.600 familias las que tenían cobertura con la renta de ciudadanía, frente a las 10.337 actuales, además de otras 19.700 perceptoras del ingreso mínimo vital. Cifras que, ha reconocido, son “insuficientes”, pero “lo que teníamos en 2019, que cada uno lo califique como vea oportuno”, ha cerrado.