El Gobierno de Canarias dispondrá en verano de una embarcación especializada en la recogida de espumas en zonas de baño debido a floraciones de algas, que es una patente de una empresa andaluza y se usará por primera vez en España para este cometido.
La consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, Nieves Lady Barreto, realizó este anuncio en el Parlamento tras informar de que las direcciones generales de Protección de la Naturaleza y de Salud Pública mantienen el sistema de alertas para detectar y analizar la posible aparición de floraciones algales en las costas.
“Existe un protocolo interno de trabajo entre ambas direcciones generales. La presencia de espumas con colores extraños o la coloración del agua de mar son señales que implican la recogida de muestras por parte de los vigilantes de playa o los inspectores de Salud Pública”, explicó Barreto, según la Consejería.
Estas muestras son enviadas al Banco Español de Algas (BEA), socio de la Viceconsejería de Medio Ambiente en el proyecto MIMAR (Proyecto INTERREG).
También en el marco de este proyecto, técnicos del BEA y de la Viceconsejería revisan periódicamente una red de estaciones distribuidas por todo el Archipiélago para detectar floraciones de algas tóxicas.
Además, están implicados en la detección temprana de floraciones algales tóxicas los helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), adscritos a la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias; el servicio del 112 y la RedPROMAR, red de ciencia ciudadana de la Viceconsejería de Medio Ambiente que permite la detección de espumas o mareas rojas mediante el reporte de los ciudadanos.
El modo de proceder ante floraciones masivas de microalgas consiste en coordinar la toma de muestras, las cuales son remitidas para su estudio al Banco Español de Algas (BEA), socio del proyecto MIMAR que lidera la Viceconsejería de Medio Ambiente, donde se caracteriza (determinación de especies presentes, densidades observadas) y se emite un informe con los resultados del análisis.
Cuando dichos resultados muestran que el tipo de floración observada puede tener efectos sobre la salud, se informa desde la Dirección General de Protección de la Naturaleza a Dirección General de Salud Pública y se le traslada copia del informe.
Asimismo, se da traslado de dicha información a la Dirección General de Seguridad y Emergencias y, cuando se trata de especies que pueden comprometer la calidad de los recursos pesqueros, también a la Dirección General de Pesca.
La Dirección General de Salud Pública tiene la competencias en cuanto a las decisiones a tomar en las zonas de baño, siendo nuestra labor en estos eventos el monitoreo.
Por ello, desde el inicio de un evento se pone en marcha un programa de seguimiento, junto a las Oficinas de las Reservas Marinas, observadores de la RedPROMAR, el Servicio Integral de Tecnología Marina (SITMA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y los helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), adscrito a la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias.
Tal y como explican los técnicos, ante la agitación del oleaje en la costa, las sales disueltas y la materia orgánica del mar capturan microburbujas y forman espumas que pueden ser observadas a lo largo del litoral, en las zonas de mayor exposición al oleaje, sin que ello suponga un indicador de contaminación.
Añadió además la consejera que hasta el momento, las espumas invernales no se han asociado a floraciones algales tóxicas.
En cuanto al verano, y si se produce el fenómeno, la Viceconsejería de Medio Ambiente pondrá en marcha los protocolos de actuación previstos, acompañados de material divulgativo para su colocación en playas y zonas costeras de baño, además de continuar con los operativos descritos y que ya vienen funcionando desde hace dos años.
Por otro lado, según recordó la consejera, se firmará para este periodo un convenio con la ULPGC para el estudio global de la dinámica de las floraciones algales oceánicas y así poder crear un sistema de alerta temprana basado en la teleobservación del océano.