La Delegación del Gobierno en Canarias, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de su capital trabajarán para agilizar las obras viarias que afectan al tráfico de la GC-2 y reforzar los controles policiales en la zona cuando se precisen para paliar las retenciones en esa vía.
Tras un encuentro, en el que también ha participado el presidente de la Mancomunidad del Norte de Gran Canaria, Teodoro Sosa, los representantes de estas instituciones han coincidido en la necesidad de contribuir a la resolución de este problema, que afecta a las 120.000 personas que viven en esta comarca.
El vicepresidente del Cabildo grancanario y consejero insular de Obras Públicas, Ángel Víctor Torres, ha anunciado que las obras de la cuarta fase de la circunvalación a Las Palmas de Gran Canaria podrá entrar en funcionamiento en abril de 2016, lo que permitiría resolver el problema de tráfico en la GC-2 que causa en la actualidad su inoperatividad y las obras que se realizan en la GC-300.
Antes, Torres ha dicho que se trabajará en horario nocturno, durante los fines de semana y en días festivos con el fin de agilizar el fin de las obras de la carretera de Piletas y la rotonda de Las Mesas, que constituyen otros dos escollos a la fluidez del tráfico que procede de la comarca norte de Gran Canaria y se dirige a la capital de la isla.
Concretamente, el vicepresidente de la corporación grancanaria ha estimado que el ramal de Piletas podría abrir “antes del 20 de diciembre”, mientras que la rotonda de Las Mesas se prevé que esté culminada antes del 15 de enero.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se ha comprometido, a través de su concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez, a ampliar los tiempos de los semáforos del túnel de Julio Luengo para favorecer el tránsito de vehículos procedente del norte, sin que ello suponga un problema para el que discurre por Torre Las Palmas.
La delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, ha asegurado que la agrupación de tráfico de la Guardia Civil reforzará el número de agentes disponibles para actuar en la GC-2 cuando sea necesario, si bien ha precisado que ello no tiene por qué implicar que estén presentes, sino cerca para poder acudir a la mayor brevedad cuando se les requiera.