Por el momento no es necesario. El Gobierno de Canarias ha habilitado plantas vacías de los hospitales isleños ante un previsible repunte de enfermos por el coronavirus en las Islas. Es esa una de las medidas inmediatas adoptadas por la Consejería de Sanidad días atrás. Ahora, el nuevo comité de gestión de emergencia sanitaria creada al efecto por el Ejecutivo autónomo fija también entre sus objetivos los recintos feriales de Gran Canaria y Tenerife como grandes espacios en la lucha contra el COVID-19. Sobre todo para derivar a otros enfermos que no han sido contagiados.
En Gran Canaria, el Cabildo ha recibido la petición de poner a punto sus instalaciones de la Institución Ferial de Canarias (Infecar). La idea del gabinete de crisis autonómico del que forman parte antiguos expertos en Sanidad, Seguridad y Emergencias como José Julián Isturiz (puso en marcha el 112 en la etapa de Román Rodríguez en Sanidad, hace 20 años) y Conrado Domínguez (exdirector del Servicio Canario de Salud en el último gobierno de Coalición Canaria) es contar con ese amplio espacio comunicado en la parte alta de Las Palmas de Gran Canaria para alojar pacientes y desalojar camas de centros hospitalarios. Siempre que fuera vital, ya que de momento están aún vacías y preparadas varias plantas de los hospitales de referencia de la isla.
Desde la Presidencia del Cabildo ya se han dado instrucciones para acondicionar la Feria del Atlántico. Por ahora, preparar el operativo de limpieza y desinfección de todo el recinto, que cuenta con pabellones, un palacio de congresos y salas versátiles, además de dos áreas de aparcamiento como para montar un gran dispositivo de emergencia si se diera el caso de un colapso de los centros sanitarios de la isla. Como ha sucedido en otros puntos estratégicos de la isla, militares de la UME inspeccionan también estas instalaciones desde el punto de vista de la logística.
En Gran Canaria, con un centenar de infectados, las medidas que se están tomando de aislamiento de la población y cierre paulatino del tráfico aéreo y marítimo de pasajeros deben contribuir a que el coronavirus no se propague. De ser así, la guerra contra el COVID-19 terminará concentrándose en la capital de la isla, que cuenta con sus grandes aéreas hospitalarias, en torno al Hospital Insular y Materno y en el Doctor Negrín, como principales puntos de referencia para afrontar la crisis y albergar a la población que enferme y necesite asistencia médica de urgencia y cuidados intensivos. Infecar entraría en una segunda fase para pacientes con patologías mucho más leves.
Aparte de las decisiones internas adoptadas por el Gobierno canario para coordinar mejor la emergencia sanitaria, el Cabildo de Gran Canaria pone en marcha sus propias actuaciones, después de reorganizar los servicios a lo largo de esta primera semana. Su presidente, Antonio Morales, indicaba este sábado que su comité de seguimiento de la crisis lo componen todos los miembros de su gobierno, técnicos invitados y habilitados nacionales que analizarán cada dos días la evolución de la crisis y sus respuestas.
Así, este lunes se prevé que funcionen plenamente los servicios esenciales (agua, residuos, riegos, atención a menores, centros sociosanitarios, atención a mujeres) mientras el resto queda en servicios mínimos por medio del teletrabajo.
En el caso del Recinto Ferial de Tenerife, puesto a disposición del Gobierno por la Corporación insular presidida por el socialista Pedro Martín, Diario de Avisos informa este sábado que su destino principal será hacer las veces de gran centro logístico.