El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria continúa elaborando el proyecto que concluirá si finalmente es viable exhumar la fosa común del cementerio de Vegueta. El concejal de participación ciudadana, Sergio Millares (LPGC Puede), asegura que ya han localizado el cuadrado donde se encuentran los restos de las personas que fueron fusiladas, se estima que unas 60, pero aún no han podido cerrar el estudio, porque falta localizar el lugar exacto y determinar si los huesos continúan en el mismo lugar. Ante el “retraso” que se ha producido en este tema, que se lleva valorando desde mayo del año pasado, las víctimas del franquismo han pedido celeridad al Consistorio, puesto que consideran que después de 30 años luchando, cada minuto que pasa es “tiempo perdido”.
“El sueño de mi padre, de 90 años, es poder enterrar a mi abuelo”, asegura Francisco González Tejera, nieto del sindicalista, miembro del Frente Popular que fue fusilado y que se conoce que sus restos están en esa fosa. El también portavoz de la Plataforma de Familiares Fusilados de San Lorenzo señala que son conscientes del compromiso que ha adoptado el Consistorio y que, en los últimos meses, se ha logrado más que con el anterior Gobierno, que no les “prestaba atención”, aclara. Sin embargo, asegura que no se explica cómo, después de haber trasladado al Ayuntamiento el contacto de un miembro de la ARDF Desaparecidos, no se hayan puesto en contacto con él para recibir asesoramiento. Y es que, según concreta, el presidente de dicho colectivo, Santiago Carcas, está dispuesto a ayudar gratuitamente en la investigación, por lo que cree que si esto no se aprovecha, sería “desperdiciar una oportunidad histórica”.
González Tejera cree que se podría avanzar más rápido con la ayuda de esta asociación, que cuenta con más experiencia en exhumación de fosas. Para el portavoz de la plataforma, que recientemente ha escrito el libro Tormenta en la memoria, presentado como prueba en la querella argentina, es “de justicia” que las personas que tienen familiares en esas fosas puedan darle sepultura.
Tanto los miembros del Foro Canario de Víctimas del Franquismo como la Plataforma de Familiares Fusilados de San Lorenzo se sienten “preocupados” con que este tema pueda caer en el olvido y con que muchas personas mueran sin haber cumplido su deseo de que se les entreguen los huesos de sus allegados.
Las víctimas de la represión agregan que no quieren que esta causa quede “simplemente” en la construcción de un monumento. Desean que el Gobierno municipal ponga todo su empeño en ello y que incluso se pueda crear un banco de ADN en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para otras posibles familias que quieran identificar a sus muertos.
Sergio Millares, que también es historiador y experto en este tema, insiste en que el Consistorio está “muy comprometido” con la Memoria Histórica y que se encuentran ante un proyecto complejo. La fosa se abrió en el año 1936 y más tarde en 1942, por lo que es posible que los huesos no se encuentren en el mismo lugar. El político de LPGC Puede recalca que el proyecto “avanza” pero aún no está determinado.
Desde que el nuevo Gobierno de la capital grancanaria, conformado por PSOE, LPGC Puede y Nueva Canarias, comenzara a funcionar, el alcalde, Augusto Hidalgo, adquirió un compromiso con las víctimas de la represión franquista con el objetivo de estudiar la posibilidad de exhumar dicha fosa.
El concejal apunta que este proyecto sigue adelante y que todas las decisiones que se tomen se harán consensuadas con el Consejo Asesor de Memoria Histórica, formado por todas las asociaciones que trabajan por esta causa.
Por otro lado, asegura que esta no es la única iniciativa que va a poner en marcha la Concejalía, ya que tienen pensado hacer un homenaje el próximo 29 de marzo en memoria de los fusilados.
Cabe recordar que San Lorenzo es uno de los barrios de la capital grancanaria donde la represión franquista fue más dura. Se conoce que en esta fosa común del cementerio capitalino de Vegueta, además del sindicalista Francisco González Santana, se encuentra el alcalde del entonces municipio, Juan Santana Vega, así como decenas de personas que fueron asesinadas por su ideología.