La hora de la solidaridad

Casi cumplidas dos semanas desde la entrada en vigor del estado de alarma, el paso de los días se deja sentir en los mensajes de responsables políticos, portavoces del personal sanitario y líderes de opinión. Estos conatos de incendio pueden ser reflejo, o quizá no (ojalá no), del ánimo entre la población, que asume con admirable madurez un confinamiento que ya sabemos que no durará semanas, sino un par de meses atendiendo a la experiencia de China, el primer país afectado por la pandemia global de coronavirus. Allí empiezan a salir de la cuarentena y van levantando barreras poco a poco, aunque en realidad eso nos importa poco. La mirada occidental, española en particular, sobre el gigante asiático ha evolucionado de modo drástico en pocas semanas. De la indiferencia inicial sobre el coronavirus a la desconfianza sobre los rasgos asiáticos, y así hasta que nos ha llegado el mal arrasando con todas las previsiones, incluidas las más pesimistas. Ahora nos admira la eficiencia oriental a la hora de contener el coronavirus, incluso a través de métodos que en Europa consideraríamos inaceptables. Y en pocos días nos hemos convertido en afectados y por tanto también en clientes, de modo que imploramos a China que nos envíe, pagando a tocateja, el material sanitario que necesitamos para contener las bajas en la primera trinchera de lucha contra el coronavirus.

Y sobre esto, el reparto de material, una advertencia: no convirtamos este asunto en motivo para la discordia interna, por favor. No nos lo merecemos, y menos aún se lo merecen los enfermos de Covid-19 y quienes luchan por contener la pandemia. Hagamos un poco de caso a los datos, que son fríos pero esclarecedores. Según los números oficiales del Ministerio de Sanidad, Canarias ha recibido el 2,85% de las mascarillas sanitarias (las homologadas) adquiridas en las últimas semanas por el Gobierno español. Esta cifra está por debajo de la ratio de población de Canarias en el conjunto de España (un 4,6%), pero acto seguido hay que añadir que con datos de ayer Canarias tiene el 1,37% de los infectados por coronavirus, con lo que se puede afirmar que estamos ante un reparto de recursos razonable en lo tocante a Canarias; a medio camino entre lo que nos correspondería por población y lo que debería llegar atendiendo a la incidencia de la enfermedad en las Islas. Y sí, miremos con espíritu solidario a Madrid, esa ciudad tan cercana en el corazón de los canarios: con el 14% de la población española ha recibido el 28% de las mascarillas, pero es que tiene al 30% de los infectados. Los números son elocuentes, y nos ayudan a entender que la batalla contra el virus es cuestión de prioridades ciudadanas, no de cuotas territoriales. Nunca olvidemos eso, para poder decirlo cuando seamos nosotros los golpeados por la adversidad.