El buque hospital Esperanza de África recibió este miércoles del Gobierno canario medicamentos y material quirúrgico antes de partir a Togo para una nueva campaña de sanidad gratuita en África occidental, en donde opera desde tumores de 3 kilos a cirugía equivalente al sueldo de 10 años para un paciente.
El Esperanza de África es un buque de la organización no gubernamental estadounidense Naves de Esperanza y lleva dos meses atracado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife para que la tripulación descanse, reponer suministros y revisar el barco antes de partir hacia Togo, el domingo por la noche o el lunes por la mañana.
En el buque viajan unas 440 personas de unas 40 nacionalidades y muchas han formado su familia en estas misiones humanitarias, de manera que a bordo del Esperanza de África hay 55 niños, el más pequeño de cuatro meses, que forman “una pequeña Naciones Unidas en la escuela”, según explicó hoy los periodistas el cirujano jefe, Gary Parker, con 23 años de experiencia en el barco.
Rick Menzies, presidente de la organización Naves de Esperanza en España, detalló que las campañas duran unos diez meses y la anterior se realizó en Benin, en donde se atendió a unos 80.000 personas, 3.000 de ellas casos de cirugía oftalmológica.
La organización necesita anestesiólogos y técnicos de anestesia, enfermeras de quirófano, planta y cuidados intensivos y técnicos de esterilización, y también se pueden prestar otras labores a bordo del buque, en el que se puede trabajar como voluntario “desde un mes a muchos años” y así ayudar a quien lo necesita, subrayó Menzies.
El buque cuenta con área quirúrgica, salas de rayos X, diagnóstico y otro tipo de utilidades médicas que enseñaron este miércoles a los medios de comunicación con motivo de la visita de la consejera canaria de Sanidad, Mercedes Roldós, quien entregó un lote de 300 dosis de vacunas contra la gripe A para la tripulación.
El Servicio Canario de la Salud también ha donado medicamentos de uso frecuente para tratar enfermedades comunes y material quirúrgico y de laboratorio, y durante su estancia en el puerto tinerfeño ha dado apoyo logístico para reciclar o destruir radiografías, fármacos y productos de laboratorio caducados, al tiempo que se ha dado asistencia a dos miembros de la tripulación.
Mercedes Roldós mostró su “respeto” por la labor que desarrolla esta organización humanitaria, que supone “un ejemplo de solidaridad con los países más necesitados del mundo, los del África subsahariana”, y expresó la disposición del Gobierno canario a ayudarles en la medida de sus posibilidades.
Gary Parker, cirujano jefe del Esperanza de África, explicó que en el buque se realizan de 25 a 40 operaciones de cataratas al día, la misma cifra que en un mes en una de las regiones que visitan, y además hacen intervenciones de cirugía maxilofacial, malformaciones congénitas, labio leporino, lepra, quemaduras o lesiones.
Proyectos no sanitarios
También impulsan proyectos de desarrollo como construcción de hospitales, centros de formación, viviendas, agricultura ecológica, alfabetización y ayuda a desplazados y huérfanos.
Además operan las fístulas generadas por las malas condiciones en que se producen los partos y que causan problemas urinarios a las mujeres, muchas de ellas abandonadas por esta causa.
La mitad de las personas que atiende la organización no tienen acceso a cuidados sanitarios en sus países, dijo Parker, quien aseguró que la mejor parte del trabajo “es ver cómo renace la esperanza en los ojos” de quienes antes carecían de ella.
Y la peor parte es ver que no tienen los recursos necesarios para atender a todos y siempre hay “una fila grande” de personas en espera de ayuda, añadió.
El buque, de 16.572 toneladas, dispone de seis quirófanos y un pabellón de 80 camas y a los pacientes se les ofrece comida africana, se les enseña hábitos saludables y terapia o rehabilitación cuando lo necesitan.
También se ofrece una alimentación especial a bebés malnutridos para que ganen peso antes de ser sometidos a una operación.
Gary Parker señaló que habitualmente las operaciones comienzan a la 08:30 horas y la jornada en quirófano puede prolongarse hasta doce horas después en función de los casos, y detalla que los tumores en la cara pueden llevar medio día para la extirpación y otro medio para la reconstrucción facial.
Los voluntarios recuerdan que cuando estuvieron en Liberia el único TAC del país era el del barco, y en algunos países a pacientes procedentes de zonas rurales las instalaciones del Esperanza de África les parecían “una nave espacial”.
Rick Menzies dijo además que la campaña en Togo durará menos que las anteriores porque a finales de año se ha previsto cambiar los generadores del barco en Sudáfrica.
La idea de la organización es buscar fondos para construir un nuevo buque con capacidad para atender a más personas en otras regiones y en concreto, en América central y Asia-Pacífico, como hacía anteriormente con otras tres naves que fueron “jubiladas”.
Tres meses antes de llegar a un país la organización envía un equipo para comunicar a la población local el tipo de ayuda sanitaria que puede proporcionar.
Una vez en el país colaboran con otras organizaciones, como Médicos sin Fronteras, y organizan visitas a zonas remotas, a veces en helicópteros de Naciones Unidas, para evaluar a los pacientes y darles cita para la cirugía.