MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La Sociedad Española del Dolor (SED) asegura que la medición del dolor sigue siendo una “asignatura pendiente” de la sanidad española, ya que hasta un 75 por ciento de los hospitales no lo tiene en cuenta como un marcador vital más, al igual que la temperatura corporal, el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial.
Así se desprende de los resultados de un estudio realizado en colaboración con la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES), presentados con motivo del Día Mundial contra el Dolor que se celebra este lunes, en el que se ha analizado el tratamiento que se hace del dolor en los servicios de Urgencias de 179 hospitales españoles.
Y es que, según ha destacado el coordinador del Grupo de Trabajo de Dolor Agudo de la SED, Josep Lluis Aguilar, el dolor agudo es el principal síntoma que presentan casi la mitad (43%) de las personas que acuden a Urgencias.
El más frecuente es el dolor asociado a traumatismos (39,2%), seguido del dolor grave (27,7%) y la agudización del dolor crónico (15,9%).
Actualmente existen varias escalas para cuantificar el dolor que sufre una persona, midiendo la intensidad del 0 al 10. Además, mediante la medición del alivio, el sueño y el estado de ánimo, se pueden establecer cuatro descriptores verbales para definir si no hay dolor o éste es leve, intenso o insoportable.
Sin embargo, y pese a estas herramientas de medición, en la mayoría de casos no se utiliza ninguna metodología ni se anota en el historial clínico de los pacientes ingresados.
“Es una forma de objetivizar este fenómeno”, asegura este experto, quien reclama al Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas que, a través del Consejo Interterritorial de Salud (CISNS), impulsen la consideración del dolor como constante vital e insten a los hospitales a registrarlo.
Además, el estudio muestra que “cuanto más complejos son los hospitales y más tecnología aplican, más desatienden el análisis del dolor”.
CON EL DOLOR “SUFREN EL CUERPO Y EL ALMA”
En cambio, puntualiza, los hospitales con menos tecnología y menos camas, que atienden patologías más básicas, se dedican más en tiempo y en contacto al ser humano y su dolor. “El dolor es una experiencia física y emocional, que requiere un contacto directo, un tiempo de atención y escucha, porque sufre el cuerpo y sufre el alma”, explica este experto.
A su juicio, la “infravaloración” del dolor en España obedece a la cultura estoica de que “el dolor es algo normal”, algo “asumido” por los pacientes pero también por los propios médicos, que a su juicio deben formarse en el abordaje y tratamiento del dolor “como enfermedad y no como síntoma”.
El estudio revela también que sólo un 13,4 por ciento de los hospitales declaran tener algún programa institucional de Dolor Agudo o Unidad de Dolor que incluya el servicio de Urgencias como ámbito de actuación, y apenas el 9 por ciento de los centros cuentan con programas o cursos de formación específicos en dolor acreditados.
Para mejorar esta situación, desde la SED insisten en la necesidad de mejorar la formación especializada en este campo mediante un área de capacitación específica, ya que los servicios son habitualmente asimilados por el equipo de Anestesiología de los centros hospitalarios.