Los vecinos de Tunte (Gran Canaria) no han podido celebrar este jueves la tradicional procesión de San Bartolomé debido a la caída de la imagen del santo a las puertas de la iglesia, en un accidente inesperado y fortuito que terminó ocasionando heridas de escasa consideración a un vecino de El Sequero y también al párroco local, Armando Ladeiro Martín.
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana relata en un comunicado que todo sucedió muy deprisa, justo en el vestíbulo principal del templo, al término de la eucaristía que oficiaron varios curas durante más de una hora, en medio de un envolvente aroma a incienso y con 38 grados centígrados a la sombra.
Los vecinos que suelen custodiar el trono de San Bartolomé -enramado para la ocasión con abundantes anturios de color beige- estaban pasando por el escalón principal cuando la imagen del santo se desprendió y dio un brinco hacia atrás aterrizando en el suelo. En la caída se le partieron el cuchillo y dos dedos.
Detrás del icono de madera, de la Escuela de Luján Pérez, se encontraba el vecino conocido como Pepe el de El Sequero, que sufrió una contusión leve a la altura del fémur de la pierna derecha. Solo él y el párroco, con una contusión en la parte frontal de la cabeza (con la que se golpeó en el filo del rodapié) fueron los heridos registrados en este contratiempo procesional.
“Fueron momentos de gran confusión. El golpe sufrido por el párroco y la abundante sangre que mancillaba el blanco de su vestimenta generó cierta desazón entre los asistentes”, relata la nota oficial distribuida la tarde de este jueves por el Ayuntamiento. Los dos heridos fueron auxiliados de forma inmediata en un primer momento dentro de la iglesia.
Les socorrió el concejal municipal de Sanidad y también consejero del Cabildo Francisco Pérez López, médico de profesión, que fue asistido por voluntarios de Protección Civil y de Cruz Roja. Posteriormente, los afectados fueron trasladados al Centro de Salud.
Suspensión por la ausencia del párroco y por seguridad
Tanto el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, como los sacerdotes y representantes de la comisión de fiestas acordaron acto seguido suspender la procesión. “Aunque todo ha sido fortuito y se ha quedado en un gran susto, hemos decidido suspender la procesión por la ausencia del párroco y por una cuestión de seguridad y de prevención para las personas, porque eso es lo primordial, y habrá que comprobar también la seguridad de la imagen”, indicó Pérez a los vecinos.
Con el icono del santo colocado y sujeto nuevamente en su trono, la celebración prosiguió a la sombra del pórtico de la Iglesia, donde la banda La Isleña, venida desde Moya, le brindó La Macarena, un himno de marcha procesional de Abel Moreno.
El cura Ladeiro regresó a la fiesta sobre las 14.15 horas sin que fuera necesario aplicarle puntos de sutura, por lo que dijo encontrarse “bien, casi en perfecto estado”.
Poco después empezó el reparto de las casi 500 raciones de sancocho canario a base de cherne, con papas, mojo, ensalada y batata, y las famosa verbena al solajero de las lluvias de agosto, que la comisión de fiestas de San Bartolomé brindó a los asistentes. Entre estos, y ya desde hace casi una década ininterrumpida, una guagua de 40 vecinos procedentes de La Isleta, que cada año se suman con devoción a disfrutar de la fiesta, completaban la colorista celebración.