El incendio de Tenerife amenaza al 25% del hábitat del pinzón azul de la isla, un endemismo único en el mundo
El incendio forestal de Tenerife pone en alerta la conservación de endemismos de la isla, entre ellos el pinzón azul, un ave endémica catalogada como casi amenazada en el Libro Rojo de las Aves de España. Según un análisis realizado por SEO BirdLife, con la información oficial del sistema de seguimiento satelital de emergencias de la Unión Europa (Copernicus EMS) y los datos de su atlas de aves, se estima que unas 39 especies de pájaros se han visto afectadas por el incendio.
Aunque aún no se ha podido estimar el impacto real, expertos en la especie señalan que el incendio ha podido destruir o modificar su hábitat y que las parejas ubicadas en esas zonas se han podido ver afectadas. El delegado en Canarias de SEO BirdLife, Yarci Acosta, explica a Canarias Ahora que es pronto para conocer la afección, pero en un primer análisis y a la espera de que el incendio acabe, se estima que en torno al 25% de las cuadrículas en las que es posible encontrar al pinzón están quemadas.
Asimismo, un especialista en la especie y colaborador de la asociación SOS Pinzón Azul (que prefiere colaborar bajo anonimato) explica a este medio que el ave tiene una buena distribución por todo el pinar, por lo que probablemente el impacto haya sido local y a nivel poblacional no se verá tan afectada. “Otras especies de invertebrados y de flora endémica muy localizada en el norte de Tenerife, a diferencia del pinzón azul, sí pueden haberse visto muy perjudicadas”.
El delegado Acosta señala que se producirá un impacto indirecto en el ave por la pérdida de su hábitat. Asimismo, explica que existe posibilidad de que hayan emprendido vuelos de huida tras el incendio. Sin embargo, la especie se encuentra en temporada de cría, por lo que los individuos jóvenes aún están aprendiendo a volar y tienen mayor dificultad para escapar.
El pinzón azul de Tenerife es un ave exclusiva de la isla que se encuentra distribuida por toda la corona forestal de pino canario. En el octavo día del incendio, el fuego ha arrasado 14.751 hectáreas en un perímetro de 88 kilómetros. Uno de los enclaves gravemente afectados ha sido la Corona Forestal de Tenerife, el mayor espacio natural de Canarias refugio de numerosas especies endémicas, como el pinzón azul. Aunque es un ave bien distribuida y sus poblaciones están en aumento, se encuentra catalogada como casi amenazada en el Libro Rojo de las Aves de España. “Esta categoría es una forma de expresar la probabilidad de que la especie desaparezca en función generalmente de dos variables, que son la superficie que ocupan y el número de individuos”, explica Acosta. Además, señala que su condición de endemismo es otra restricción que puede poner en peligro al ave.
Con el incendio del pasado julio en la isla de Gran Canaria, SOS Pinzón Azul ya alertó sobre la conservación del pinzón azul de Gran Canaria, catalogado como en peligro crítico, una categoría previa a la extinción. Tal y como explican desde el colectivo, el incendio de Tejeda quemó unas 480 hectáreas de uno de los pinares hábitat de la especie, concretamente en el núcleo de la Cumbre.
El experto en la especie indica que el fuego de julio afectó a unas cinco parejas de pinzón azul. Aunque los daños no fueron mayores, dado que “fue un incendio de suelo que alcanzó algunas copas de pino, pero no de manera muy agresiva”, entre abril y agosto se produce el periodo de reproducción de esta especie, por lo que existe riesgo para los nidos y pollos recién nacidos. Asimismo, añade que “no se deben hacer quemas prescritas ni desbroces en las épocas de primavera y verano”, pues se puede producir un efecto contrario como el ocurrido recientemente: “Los trabajos forestales deben hacerse en invierno. Ya no solo el pinzón azul, sino todas las especies de pájaros son sensibles ante los incendios”.
A día de hoy, los incendios representan la amenaza principal de las dos subespecies de pinzón azul del Archipiélago. En 2007, el incendio de Inagua en Gran Canaria quemó 18.775 hectáreas, pinar donde vive el 84% de la población del pinzón azul. Este incendio, según los expertos, redujo los ejemplares de la especie a la mitad.
Sin embargo, hay otras amenazas, como las especies exóticas invasoras, en concreto los gatos asilvestrados, que depredan sobre el pinzón azul. “Ahora la tarea está en la reconstrucción del hábitat afectado por incendios, que arrasan con todo, además de los gatos, que cazan pájaros. Hemos encontrado varios ejemplares depredados por este animal”, señala el experto de SOS Pinzón Azul.
Desde hace años, existe un debate entre animalistas y científicos sobre el impacto de los gatos asilvestrados en las especies endémicas de Canarias. En el Archipiélago, los gatos depredan reptiles, aves e insectos, entre los que se encuentran el pinzón azul, los lagartos gigantes de las tres islas occidentales o la pardela cenicienta, entre otros endemismos. El pasado mes de julio, un grupo de científicos de las Islas solicitaban un cambio legal en la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales por la no distinción entre gatos domésticos y gatos asilvestrados. “En los ecosistemas insulares han estado involucrados en el 14 % de todas las extinciones de aves, mamíferos y reptiles y en el declive del 8 % de los mismos catalogados en peligro crítico”, explicaron los científicos.
Otras situaciones, como la presión antrópica y el cambio climático, generan un importante riesgo en el pinzón azul, pues la visita masiva de personas a sus hábitats, así como su deterioro provocan molestias directas e, incluso, restricción de su área de distribución.
Tareas pendientes para la conservación del pinzón azul
Ante el inminente peligro de extinción en el que se encuentra el pinzón azul de Gran Canaria, desde la asociación solicitan que se lleven a cabo labores de conservación del ave, pues a día de hoy únicamente “se realiza el seguimiento de la población y el mantenimiento de las repoblaciones forestales efectuadas durante el proyecto LIFE”. Por esta razón, demandan que se empiece a trabajar en la repoblación forestal y en la reintroducción del pinzón en otros pinares, como en Tamadaba, para ejecutar “acciones urgentes que respaldan expertos en la especie”. “En la actualidad, solo se hace seguimiento de parejas, de la reproducción o labores de supervisión. Si se empiezan a crear nuevas masas de pinares donde pueda habitar esta ave, los resultados podremos verlos en 60 o 70 años. Por eso, hay que actuar cuanto antes”, explica el experto.
Como señala el colectivo, las primeras acciones de conservación del pinzón azul comenzaron en los años noventa por parte del Gobierno de Canarias con la creación de un centro de cría en cautividad que, finalmente, no dio los resultados esperados. Posteriormente entre 2010 y 2012, explican que se dieron importantes avances con la introducción de la especie en otro núcleo de pinares, años en los que el Cabildo de Gran Canaria y un nuevo equipo de trabajo tomaron el relevo del Gobierno de Canarias. Según un comunicado de la asociación, desde entonces el Gobierno canario no ha facilitado el trabajo de la institución insular y de los trabajadores, denegando la aprobación de proyectos, como la liberación de ejemplares nacidos en cautividad, o autorizando solo las liberaciones en las que trabajan sus técnicos. Por ello, desde SOS Pinzón Azul “solicitan el desbloqueo de las tareas de conservación y la implicación de todas las administraciones públicas, especialmente del Gobierno de Canarias, en el desarrollo de una estrategia de conservación real, consensuada y rigurosa, con el fin de alejar a esta singular ave del riesgo de extinción”.
Asimismo, como explicó en un comunicado SEO BirdLife en octubre de 2022, el Plan de Recuperación del pinzón azul de Gran Canaria terminó su vigencia en 2018. Tanto SEO BirdLife como SOS Pinzón Azul recalcan la necesidad de establecer un nuevo plan que asegure la conservación de la especie, que se encuentra catalogada como en peligro crítico en el Libro Rojo de las Aves de España y en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. “Las Comunidades Autónomas tienen la obligación de crear un Plan de Recuperación de todas las especies en peligro de extinción. Sin embargo, no es el caso del pinzón azul aún siendo una de las especies más amenazadas de Europa por su escasa población y su hábitat restringido. Es necesario que se lleve a cabo la renovación de su plan. Hay otros casos en España de especies en menos peligro que cuentan con esto”, explica el experto de la asociación.
En el caso del pinzón azul de Tenerife, el especialista de la asociación explica que no se están llevando a cabo seguimientos poblacionales ni ninguna medida de conservación directa de la especie: “Respecto a su hábitat, se están realizando actuaciones para mejorar la densidad de los pinares de repoblación de pino canario, eliminando especies de pinos no nativas”. Sin embargo, como señala Acosta, “la urgencia la determina el catálogo” y, a día de hoy, el pinzón de Tenerife no requiere un plan de recuperación, pero sí de conservación: “El pinzón azul de Tenerife está catalogado como vulnerable en el Catálogo Español de Especies amenazadas”.
Diferencias entre la especie de Gran Canaria y la de Tenerife
El pinzón azul es un ave endémica de los pinares canarios que cuenta con dos especies: el pinzón azul de Gran Canaria (Fringilla polatzeki) y el pinzón azul de Tenerife (Fringilla teydea). Las diferencias primordiales entre las dos aves se fundamentan en su distribución y número de ejemplares.
El pinzón azul de Gran Canaria (Fringilla polatzeki) es una especie única de los pinares de esta isla. Los últimos censos estiman una población de 430 ejemplares según el Libro Rojo de las Aves de España. Su hábitat se encuentra en los núcleos de Inagua y la Cumbre, ambos afectados por Grandes Incendios Forestales (GIF) , como el ocurrido en 2007 que se saldó con 18.775 hectáreas. Según SEO BirdLife, el pinzón azul de Gran Canaria es una de las aves más escasas de Europa. Su población es limitada y tiene una población restringida en comparación con la subespecie de la isla vecina.
Por su parte, el pinzón azul de Tenerife es un endemismo más abundante y más repartido por los pinares de la isla. Según el delegado Acosta, se estima entre 2.000 y 5.000 individuos de este pinzón, aunque no existen datos precisos de su tamaño poblacional.
Asimismo, existen diferencias físicas entre las aves. “El pinzón azul de Tenerife es algo más grande, los machos tienen un azul más intenso y unas marcas alares blancas menos marcadas que el de Gran Canaria. Además de las diferencias visuales, existen distinciones genéticas y en el canto. Por todo ello, se consideran dos especies diferentes”, explica el experto de SOS Pinzón Azul.
La conservación de este ave endémica se fundamenta en dos acciones según el experto: la prevención de incendios y evitar alimentar gatos silvestres o soltar gatos domésticos. Además, anima a la ciudadanía a estar en contacto con la asociación, así como a compartir en redes sociales información oficial y hacer voluntariado para colaborar con la protección de esta especie.
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