Muchos pasajeros han denunciado “la falta de información” que han sufrido debido a las cancelaciones y retrasos de los vuelos en el aeropuerto de Gran Canaria a causa de la calima y las fuertes rachas de viento durante el pasado fin de semana y este lunes.
“Estamos esperando volver a casa desde el domingo al mediodía. Nos facturaron las maletas y, sin ninguna información, fuimos viendo que el vuelo se iba retrasando a medida que avanzaba el día”, ha contado este lunes a la Agencia Efe Virginia, una de las afectadas.
Virginia llegó a Gran Canaria desde Málaga el pasado martes para pasar unas vacaciones junto a su pareja, Roberto, y su bebé de nueve meses, y esperaba poder regresar a casa ayer.
Sin embargo, los tres pasaron la jornada en el aeropuerto de Gran Canaria, donde se cancelaron el domingo un total de 289 vuelos, se desviaron 27 y resultaron afectadas entre 12.000 y 14.000 personas.
“Llegó una señora y dijo que habían cancelado el vuelo. Preguntamos y así fue”, ha relatado Virginia, por lo que tuvieron que volver a salir fuera del control para recibir directamente la información de la compañía con la que viajaban, Vueling, y entonces pasaron “más de cuatro horas en una cola”.
Tras la larga espera, la compañía les informó de que les habían reubicado en un nuevo vuelo cuya salida se preveía a las doce de la noche del domingo, pero debían coger las tarjetas de embarque “en otra cola de dos horas”.
Al terminar esta segunda espera, el vuelo se volvió a cancelar y tuvieron que buscar un hotel, lo que fue una tarea difícil porque ya eran las once de la noche y “todos estaban llenos” y seguían “sin información”.
En la mañana de este lunes les han vuelto a reubicar en un vuelo previsto para este jueves 27 de febrero, por lo que acudieron a la agencia con la que habían contratado el viaje, la cual había conseguido que la pareja y el bebé pudieran viajar este lunes a Barcelona, donde harán escala para coger un avión con destino a Málaga.
Roberto ha explicado que estos dos días han estado informándose en internet sobre las indemnizaciones que merecen como clientes ante la falta de información y organización, y ha dicho que “no son sólo 150 euros, sino que se puede reclamar hasta la comida”, por lo que ha animado a informarse sobre ello al resto de los viajeros que han estado en esa misma situación este fin de semana.
“El personal del aeropuerto es el que mejor se ha portado nosotros y ha intentado tenernos informados”, ha dicho el padre del bebé, para asegurar que, por el contrario, su familia no ha recibido esta atención por parte de las compañías con las que viajaban.
Virginia ha opinado que tanto el aeropuerto de Gran Canaria como las aerolíneas “deberían haber reforzado en personal para ayudar a las personas” y que no se llegase esta situación.
En la misma situación se ha encontrado hasta este lunes otro pasajero, Juanma, quien esperaba coger este sábado su vuelo de regreso a Málaga, tras pasar unas vacaciones en la isla desde el martes.
“Es una vergüenza. Llevamos dos días en el aeropuerto y no nos proporcionan ni comida ni agua”, además de que desde anoche le han asignado un vuelo de vuelta con salida prevista para este viernes 28, según ha explicado.
Este pasajero ha contado a Efe que el sábado le comunicaron que una guagua le recogería a él y a muchos otros afectados por la cancelación de los vuelos para ofrecerles alojamiento y comida, pero les dejaron “toda la noche en el aeropuerto y sin nada”.
“Nadie tiene la culpa del clima, pero la gestión que se está dando aquí es de vergüenza, porque hay familias con niños pequeños”, ha lamentado Juanma, quien ha insistido en que “falta de información”, pero también en que le han mentido en algunas cuestiones.
El aeropuerto de Gran Canaria ha vuelto a operar desde la noche de este domingo tras un fin de semana de fuertes vientos, una calima que no era tan intensa en las islas desde hacía tres décadas y miles de pasajeros afectados.