La Dirección General de Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias ha inmovilizado dos partidas de casi mil juguetes que al parecer no cumplen las normas en materia de etiquetado y seguridad.
En concreto, se trata de un total de 96 espadas de plástico y de 672 muñecos también de plástico importados por una empresa ubicada en Tenerife, informa una nota de la Dirección General.
Según Consumo, la mercancía inmovilizada incumple el Real Decreto sobre la seguridad de los juguetes, en relación con la obligación de los fabricantes de elaborar una declaración de conformidad, que no ha sido presentada por la empresa responsable de estos productos.
Además señala que no aporta informes de ensayo que demuestren los medios empleados por el fabricante para asegurar que el juguete cumple con los requisitos esenciales de seguridad.
La operación ha sido llevada a cabo junto a los servicios de inspección del Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones.
Tras la inmovilización cautelar de los juguetes detectados y la prohibición temporal de vender estos productos, la empresa responsable tiene un plazo de diez días para aportar la documentación que estime pertinente.
Pasado ese plazo, si no se subsanan los defectos, se procederá a al decomiso y destrucción de la mercancía o a la prohibición de la comercialización definitiva de los productos.
El director general de Consumo, Gustavo Matos, ha destacado el buen funcionamiento de los servicios de inspección y de la coordinación entre administraciones que impide, como en este caso, que productos que no cumplen la normativa vigente lleguen a los consumidores.
Matos ha resalado la importancia de este tipo de actuaciones especialmente en los productos que van dirigidos a la población infantil, que es muy vulnerable ante cualquier defecto o fallo de seguridad.
Al respecto ha recordado las campañas específicas de vigilancia y ha subrayado que la última finalizó en enero y consistió en un control de etiquetado de los juguetes a la venta en establecimientos comerciales que no se dedican específicamente a la venta de este tipo de artículos, con el fin de comprobar que la información que ofrecían al consumidor se ajustaba a las normas y si los productos cumplían los requisitos de seguridad exigidos.
Se llevaron a cabo 40 controles en establecimientos, especialmente centrados en productos importados de países no pertenecientes a la Unión Europea.