El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) transformará en abono agrícola las 1.200 toneladas de algas que las mareas depositan cada año en la orilla de la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, un producto cuyo valor en el mercado superaría los 120.000 euros.
El ITC y el Ayuntamiento de la capital grancanaria han firmado este miércoles un convenio para buscar posibles aprovechamientos a ese recurso natural, tanto en forma de fabricación de fertilizantes, como en proyectos de corte biotecnológico.
El investigador del ITC Eduardo Portillo ha explicado en rueda de prensa que en Las Canteras se encuentran hasta 25 especies de algas, aunque las concentraciones se suelen registrar en los meses de noviembre debido al fuerte oleaje.
La consejera autonómica de Industria, Francisca Luengo (PSOE), y el alcalde de la ciudad, Juan José Cardona (PP), han coincidido en destacar que este proyecto supone una oportunidad para desarrollar la llamada “economía azul” (la economía ligada al mar) a partir de las distintas aplicaciones de estos organismos.
Se trata de identificar los componentes bioactivos de las algas y promover su extracción para elaborar fertilizantes agrícolas, entre otros productos.
Esta iniciativa, en la que también participa la Fundación Instituto Canario de Investigación del Cáncer y la Asociación de Investigación Científica del Atlántico (Madeira), requerirá de un desarrollo posterior, consistente en un proyecto demostrativo, a ejecutar en el marco de una colaboración público-privada, ha referido Portillo.
En esta última fase se acometería la inversión necesaria para la puesta en marcha de la actividad industrial o comercial de aprovechamiento y reutilización de las algas recolectadas en Las Canteras.
Portillo ha recordado que el ITC desarrolló, entre 2004 y 2007, un proyecto consistente en estudiar la reutilización de estos organismos después de su recogida en la playa por los servicios de limpieza, una iniciativa que culminó con la patente E2346839.
Lo que se propone ahora supone continuar la investigación en la búsqueda del compuesto bioactivo que permita garantizar la viabilidad del aprovechamiento de las algas.
La reutilización de estos organismos permitiría mantener las condiciones higiénico-sanitarias óptimas para el uso y disfrute de la playa y dinamizar una industria sostenible, aseguran sus promotores.