Un jurado popular consideró este jueves por unanimidad culpable de asesinato al grancanario Juan Carmelo Santana, de 42 años, por matar a martillazos a sus caseros británicos en julio de 2006 en la isla de Fuerteventura.
El jurado no ha apreciado ninguna circunstancia atenuante ni eximente en el acusado, que mató al matrimonio formado por Brian Johnson, de 60 años, y de su mujer Tina Jane Johonson, de 58.
Además, el tribunal popular consideró que se ensañó con el marido, a quien golpeó al menos diez veces con el martillo, “aumentando deliberadamente e inhumanamente su sufrimiento”.
Ante el veredicto del jurado, el fiscal ha solicitado para el acusado una pena de 23 años por la muerte de Brian Johnson, de 60 años, y de 18 por la de su mujer Tina Jane Johnson, de 58 años, mientras que la acusación particular ha reclamado 25 años de prisión por el asesinato del marido y 20 por el de la esposa.
Además, ambas acusaciones solicitan una indemnización para el único hijo del matrimonio, Sam Johnson, de 240.000 euros, en el caso del fiscal, y de 300.000, en el de la particular ejercida por Federico Andreu, quien representa al descendiente de la pareja que ha asistido al juicio acompañado de su novia y familiares.
El abogado de la defensa, Gonzalo Miranda, mantuvo su petición inicial de 14 años de cárcel por ambas muertes, pues no quiso pronunciarse ante el veredicto emitido por el jurado.
Según el jurado de la Audiencia de Las Palmas, el crimen ocurrió el 11 de julio de 2006 en El Cotillo, en el municipio majorero de La Oliva, después de que Tina Jane Jonhson y su marido acudieran al apartamento que tenía alquilado el acusado, y que pagaba a medias con su hijo Yeray Denis, a cobrarle las tres últimas mensualidades que adeudaba.
Juan Carmelo Santana primero mató a la casera y luego a su marido cuando, poco después del primer crimen, llamó también a su puerta. Después de esconder los cadáveres en casa, los enterró de madrugada en un paraje inhóspito de la isla, donde fueron hallados cuatro días después, el 15 de julio.
El jurado consideró que no procede la petición de indulto para el acusado ni la remisión condicional de la pena para el acusado, que admitió los hechos durante el juicio celebrado esta semana en la capital grancanaria, aunque dijo que los cometió tras haber consumido cocaína, vino, cerveza y unas setas alucinógenas.
El abogado de la acusación particular consideró que, por comentarios que le han llegado de otros compañeros suyos, la sala suele interpretar “por lo bajo” los tipos penales, por lo que cree que al acusado se le impondrá una pena de 15 años por la muerte de la esposa y de 20 por la de su marido, más que los 18 y 23 años de cárcel solicitados por el fiscal.
No obstante, Andreu señaló a varios periodistas, tras el veredicto, que está “razonablemente satisfecho” con el pronunciamiento del jurado, porque las limitaciones del artículo 76 de Código Penal hacen probable que el acusado cumpla entre 25 o 30 años de prisión, que es un periodo bastante elevado.