La lava el volcán de La Palma ha ocupado ocho hectáreas más en las últimas 24 horas, hasta una superficie total de 1.058,22. En concreto, los desbordamientos del lago del cono principal han propiciado un avance centrado en la colada cuatro, que se ha unido a la colada siete, al norte y sur de la montaña de Todoque, tal y como ha explicado el director técnico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende.
El resto de las coladas permanecen estables y los científicos han detectados que otras tres (la 1, la 2 y la 9) tienen aportes lávicos subterraneos. En total, la anchura de las coladas suma 3.200 hectáreas y la fajana se mantiene en 43 hectáreas, aunque previsiblemente aumentará, según ha recordado Morcuende.
La emisión de dióxido de azufre del volcán de La Palma mantiene su tendencia descendente, aunque continúa en valores altos que oscilan entre las 7.000 y las 18.000 toneladas diarias (tendría que bajar hasta 100 para ser considerado un nivel bajo). “El análisis de imágenes satelitales muestran una tendencia desciéndete desde el 23 de octubre”, ha explicado la portavoz del Comité Científico del Pevolca, Carmen López, durante la rueda de prensa diaria sobre la actividad del volcán.
Morcuende ha detallado que, aunque las emisiones de dióxido de azufre repunten, se mantienen “estables o ligeramente inferiores”. Así, la jornada pasada no se superaron los umbrales diarios en la mala calidad del aire en ninguna estación, excepto puntualmente en Tazacorte y con repuntes en Los Llanos de Aridanes y El Paso.
De hecho, Morcuende hizo hincapié en que los niveles de los gases del pasado sábado en la zona sur de la colada impidieron la entrada a la zona de Las Manchas, una situación que se ha repetido en varias ocasiones ante las mediciones de ácido sulfuroso en esa zona. “Nos hemos visto obligados a tener que hacer esperar bastante a las personas en el centro de control de Los Llanos”, ha señalado el director técnico del Pevolca.
Por otro lado, el tremor es bajo y el mayor sismo de las últimas 24 horas ocurrió este sábado a las 19.20 horas, con una magnitud de 4,2. La erupción fisural continúa mostrando mecanismo estromboliano, con mezcla de fases de explosividad variable que producen depósitos piroclásticos y fases efusivas que producen las coladas de lava, de forma simultánea.
El proceso eruptivo muestra episodios de incremento y disminución de la actividad , así como pulsos con actividad freatomagmática.
En cuanto a la deformación, desde comienzos de noviembre se observa una notable disminución de la deflación regional. La deformación vertical registrada este sábado en la estación GNSS al norte de Jedey (LP03) de 6 centímetros, ha revertido.
Tanto Morcuende como López pidieron a los palmeros que sigan informando al Instituto Geográfico Nacional (IGN) de los terremotos sentidos, porque la información es necesaria. Y es que, relataron, la normalización de éstos está haciendo que se reduzca el reporte de estos.
Meteorología
López ha señalado que predomina el viento de componente sur y oeste, una situación que afecta al aeropuerto de La Palma y se espere “que continúe así las 24 o 48 horas siguientes”. Además, a partir de la tarde-noche de este domingo “hay probabilidad de lluvias débiles o moderadas que podrías ser puntualmente fuertes este lunes, acompañadas de tormentas”.
Sobre la posible borrasca que podría llegar a mediados de la semana próxima a la isla de La Palma, Morcuende ha precisado que aún necesita de estudio y que se irá informando según se tengan más certezas.