BILBAO, 3 (EUROPA PRESS)
El portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados, Leopoldo Barreda, ha asegurado que la decisión del Gobierno sobre la actividad de la central nuclear de Garoña (Burgos) será “técnica y no política”, al contrario de la adoptada por el Ejecutivo del PSOE.
El representante de los populares en la Cámara baja ha realizado estas manifestaciones después de que el nuevo ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, se haya manifestado partidario de alargar la vida de las instalaciones burgalesas hasta 2019.
En una entrevista a ETB, recogida por Europa Press, Barreda ha recordado que el PP defendió, en su día, que la decisión del Gobierno Zapatero de paralizar la actividad de Garoña en 2013 fue “política”, cuando debería haberlo hecho de acuerdo a los criterios e informes del Consejo de Seguridad Nuclear, “que tiene la responsabilidad en España en estas materias”.
Aunque ha dicho que la decisión será planteada por el nuevo Consejo de Ministros, ésta será “técnica, no política, porque hoy apetezca o deje de apetecer”.
“Siempre hemos defendido que, si los informes técnicos son favorables, la centrales debe seguir funcionando y si son negativos, debe dejar de funcionar opine lo que opine el político de turno”, ha precisado.
DEMAGOGIA
Barreda ha dicho entender la preocupación de quienes aluden a las causas de seguridad, pero ha censurado la “demagogia” de los que comparan el riesgo con el de Fukushima o el de Lorca. “Lo que ha pasado en Fukushima tiene muy poco que ver con lo que puede pasar en Garoña”, ha dicho.
Además, ha indicado que el hecho de que las centrales sean tecnológicamente parecidas “no significa nada” cuando se habla “de terremotos o maremotos”. “Es una extrapolación gratuita. Hay que ver cómo se han renovado los equipos, qué valoración le merece al CSN y tomar las decisiones políticas de acuerdo con los técnicos y no al revés”, ha concluido.
El diputado del PP, que ha reconocido no ser “ningún entusiasta de la energía nuclear”, ha advertido que “no se pueden tomar decisiones políticas en temas técnicos” porque coloca la situación “en el terreno de la arbitrariedad”.