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Macarena Céspedes (ONG Educo): “El comedor escolar es una política de lucha contra la pobreza infantil y debe ser universal”

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —
19 de octubre de 2024 18:33 h

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Macarena Céspedes es directora de Incidencia de la ONG Educo y defiende que “el comedor escolar es una política de lucha contra la pobreza infantil y debe ser universal”. Afirma que es una de esas políticas públicas con un enfoque claro de educación que sería muy barata y sería muy fácil de aplicar a todos los niños y niñas. Cree que ayudaría a combatir la mala nutrición que es consecuencia de que las familias no pueden permitirse determinados alimentos. “En España, ha crecido muchísimo el número de niños y niñas que no pueden comer carne, pescado, pollo, equivalente proteico cada dos días”, recuerda.

La experta incide en que “tener hijos penaliza a la hora de tener una vida económica más saludable o un nivel socioeconómico más elevado, por lo tanto, lo que se tiene que poner en marcha y lo que exigimos desde Educo y desde otras organizaciones de infancia son prestaciones y políticas públicas que pongan en el centro de la infancia y que sean mucho más eficientes; una prestación por hijo a cargo universal para ayudar a la crianza de todas las familias”.

Canarias es una de las comunidades con mayor pobreza infantil. La EAPN habla de 158.000 niños y niñas en riesgo de exclusión ¿Qué está fallando? 

No puedo referirme exclusivamente al contexto canario, pero la realidad es que la pobreza infantil en España se está convirtiendo en un problema estructural al que tenemos que hacerle frente de una forma sistémica si queremos generar un cambio. Los menores de 18 años son los que más sufren la pobreza. Tener hijos penaliza a la hora de tener una vida económica más saludable o un nivel socioeconómico más elevado, por lo tanto, lo que se tiene que poner en marcha y lo que exigimos desde Educo y desde otras organizaciones de infancia son prestaciones y políticas públicas que pongan en el centro de la infancia y que sean mucho más eficientes; una prestación por hijo a cargo universal para ayudar a la crianza de todas las familias.

El número de familias con hijos que tienen dificultades para llegar a fin de mes ha aumentado

En España cada vez somos más personas mayores y menos niños y niñas. Para cambiar la tendencia se tiene que ayudar a las familias. Y un dato relevante es que el número de familias con hijos a cargo se han reducido, es decir, si hace el año pasado teníamos más de 5 millones, ahora tenemos menos de 5 millones. Sin embargo, a pesar de que se ha reducido el número de familias con hijos, el número de familias con hijos que tienen dificultades para llegar a fin de mes se ha aumentado: son el 55% de las familias con hijos a cargo que tienen serias o algunas dificultades para llegar a fin de mes. 

A todo esto, le sumas el contexto en el que vivimos, que la vida se ha encarecido. Los alimentos es una de las partidas que más ha crecido y la vivienda no hace más que subir también. Al final, solo en mantener una casa o alquilar una casa y en comer se te va prácticamente el 50% del presupuesto del hogar y llegando justo, muy justo, entonces aumentan las familias que tienen muchas dificultades. Sin embargo, las medidas que se han puesto en marcha no están teniendo el impacto que deberían tener: el Ingreso Mínimo Vital tiene que mejorarse, se tiene que ampliar la cobertura, llegar a más familias, tener un plus por hijos o hijas a cargo, estar coordinado y ser compatible con otras ayudas autonómicas...

Y analizando informes que ha hecho Educo, se habla mucho del tema del comedor escolar. ¿Qué supone el comedor escolar para estos niños y niñas? 

Para nosotros el comedor escolar es una de esas políticas públicas de lucha contra la pobreza infantil con un enfoque claro de educación que sería muy barata y muy fácil de aplicar a todos los niños y niñas. Nosotros pedimos el comedor universal porque lo consideramos parte del derecho a la Educación, igual que un niño accede a clase y va Matemáticas, Lengua, o Historia, tendría que ir al comedor escolar porque forma parte de su educación y del espacio educativo. Más allá de eso, consideramos es que es una política pública de lucha contra la pobreza infantil con un clarísimo impacto, pues garantiza a ese niño una alimentación que de otra forma no está siendo garantizada.

En España, ha crecido muchísimo el número de niños y niñas que no pueden comer carne, pescado, pollo, equivalente proteico cada dos días. La Organización Mundial de la Salud te dice que durante la infancia hay que comer esta cantidad de proteínas para un desarrollo físico, cognitivo y emocional adecuado. Actualmente, hay más de 550.000 niños y niñas en España (6,9%) que no pueden comer carne, pescado y pollo. En Canarias, la media es el 13% de los niños y niñas que no pueden permitirse comer carne, pescado y pollo. Y eso tiene un impacto directo en la salud física. Nos preocupa muchísimo la obesidad infantil, que es una enfermedad derivada de una mala nutrición.

Una mala nutrición es lo que muchas familias se ven abocadas a darles a sus hijos porque es lo barato

Una mala nutrición es lo que muchas familias se ven abocadas a darles a sus hijos porque es lo barato. Los hidratos de carbono, pocas proteínas, pocas verduras. Compran lo que pueden comprar para alimentar y saciar el hambre. Quitar el hambre no es necesariamente igual a estar bien nutrido. Y por eso abogamos por el comedor escolar, porque sea universal para todas y todos. Pero hasta que eso no sea posible, lo que sí tiene que ser posible es que todos los niños y niñas en riesgo de expulsión y pobreza acudan de forma gratuita al comedor escolar.

En Canarias aún no es un derecho subjetivo... ¿Debería serlo como en otras comunidades?

Hay comunidades en las que es un derecho subjetivo y hay otras en las que no. ¿Qué diferencia tiene ser un derecho subjetivo o no? Si es derecho subjetivo tiene que haber siempre presupuesto. Tiene que concederse la beca a quien la pida. Otra cosa es la cuantía que se le dé, pero se le tiene que conceder. Si no es un derecho subjetivo y es por concurrencia competitiva, es por presupuesto. Y si quien se presenta primero o quien cumple más criterios es quien se la lleva, al final queda mucha gente fuera. 

Y luego hay otro tema: los criterios de los sistemas de becas (que sería muy fácil cambiarlos porque ya está la maquinaria diseñada, lo que hay que cambiar son determinados criterios y agilizarla, hacerla menos burocrática). Si el criterio fuese exclusivamente el umbral de exclusión y pobreza, entrarían todos los niños y niñas en exclusión y pobreza. ¿Qué ocurre? Que muchos sistemas de becas no tienen ese criterio exclusivamente. Hay otros muchos criterios. Y después, que se topan con un techo presupuestario y llegan hasta donde llegan.

¿Por qué aun requiriendo de estas becas de comedor hay niños y niñas que no acceden al comedor? Igual que ocurre con becas de estudio ¿No se informa lo suficiente de las becas? ¿Hay mucha traba burocrática?

Hay muchos factores. Es cierto que la burocracia que rodea pedir cualquier tipo de ayuda es muy abrumadora, podríamos decir. Primero, la información no llega a todo el mundo. Después, están muchas cosas hechas ya de modo online. No todo el mundo está educado digitalmente como para acceder a estas aplicaciones. Tres, te piden muchos requisitos que hay veces que necesitas tener un máster para saber cómo aplicar. Te estoy hablando de una beca comedor, imagínate otras cosas.

Cuatro, si la familia, el tutor, la madre, el padre, quien sea, tiene una multa, tiene alguna deuda con la administración o cualquiera de estas cosas, ya está invalidado para pedir la beca comedor. Todos los años tienes que hacer lo mismo. Además, se resuelven tarde. El cole empieza y los niños no saben si tienen beca o no, y, por lo tanto, no van al comedor escolar.

Las becas deberían garantizar el 100% del coste del comedor escolar

Y el último factor, que es fundamental es que hay muy pocos sitios donde la beca comedor cubra el 100% del coste. Y el comedor escolar es caro. Es un servicio caro, que cuantos más niños y niñas tienes en casa, más caro te va a salir. Que para las familias que viven en situaciones de pobreza es un gasto que es todo un reto de afrontar porque es quitarse de otras cosas. Y, por lo tanto, las becas deberían garantizar el 100% del coste del comedor escolar.

Muchas veces no se tiene en cuenta al alumnado con discapacidad , se le discrimina en los comedores por ejemplo comiendo a otra hora por falta de técnicos por ejemplo. ¿Es necesario reforzar los comedores escolares con más técnicos? ¿Se debe dejar de externalizar?

Nosotros también pedimos que el comedor sea parte del proyecto educativo del centro. Después, en temas de niños y niñas con necesidades especiales es cierto que hay que hacer un esfuerzo y hay que doblar. Es parte de una educación de calidad e inclusiva que todos y todas que puedan estar en el comedor escolar. Para eso necesitas invertir en recursos humanos y especializados.

Y hablando de que tiene que llegar a todos y todas, una de las reivindicaciones es que el comedor escolar llegue a Secundaria . ¿Qué supone esa carencia? 

Supone que se van a comer solas y solos a casa. Es un drama lo de Secundaria. Realmente, tan solo el 16% de los institutos tienen comedor escolar. Estamos hablando de que un niño deja Primaria un verano, un junio, con 11 añitos o recién cumplidos los 12, pasan tres meses y vuelve a un sistema completamente diferente: tiene una jornada superintensiva toda la mañana y al final no está en el comedor escolar.

Esto supone todo un reto para estos niños y niñas de adaptación en una edad en la que siguen en pleno desarrollo, que necesitan esa alimentación y supone un reto familiar porque ¿qué hacen las familias? Muchas familias tienen que seguir trabajando por las tardes y a la hora de comer. Entonces, es lo que nosotros desde EDUCO llamamos los niños y niñas de la llave. Esos niños que a la hora que acaban las clases se van con su llave a casa a comer solos y, probablemente, no la comida más nutritiva y que más alimente, sino lo que haya preparado el día anterior o precocinado y que al final pasan las tardes probablemente delante de pantallas.

El verano es sin duda otro momento de desesperación para las familias que peor lo pasan económicamente

¿Qué supone que en verano se corte el comedor escolar? ¿Deberían abrir en verano o facilitar cheques comedor para las familias? 

El verano es sin duda otro momento de desesperación para las familias que peor lo pasan económicamente. En verano ocurren muchas cosas. Ocurre primero que son 90 días o más de 80 días, es muchísimo tiempo en lo que los niños no tienen ninguna actividad. Hay cada vez más familias que no se pueden permitirse ir de vacaciones ni siquiera una semana. Por supuesto, hay cada vez más familias que no pueden permitirse llevar a sus niños y niñas a un campamento, que son carísimos.

Es cierto que hay más entidades sociales y se está trabajando con municipios y comunidades autónomas para que inviertan en campamentos de verano gratuitos para la infancia más vulnerable. Y que esos campamentos tengan el desayuno y la comida, por lo menos, garantizados. Nosotros tenemos un programa de verano con entidades sociales de toda España y aquí, en Canarias, también trabajamos con dos, con Farrah y con Mojo de Caña, a través del cual damos becas para esos campamentos en donde se garantiza esa alimentación.

Lo que pasa es que esto necesita hacerse a una escala mucho mayor y que llegue a toda la infancia vulnerable. Pasa por garantizar esa alimentación de una forma que no estigmatice a niños. Entonces, o bien organizas actividades en las que se incluye la comida o bien se pueden dar esa misma cuantía de la beca comedor en tarjetas monedero o en vales para los supermercados. Pero sí, en el verano deberíamos poder tener la capacidad de garantizar esa alimentación saludable de niños y niñas que durante el curso escolar y gracias al comedor escolar está garantizada, al menos de algunos. Estimamos que son alrededor de 800.000 niños y niñas en España que se quedan sin beca comedor y que están en riesgo de estar mal alimentados. 

Es que recuerdo que también con la crisis de 2008 aquí en Canarias se planteó que durante el verano se dieran clases de Inglés más el comedor en los colegios. Pero luego parece que se toman estas medidas como algo coyuntural y la pobreza es estructural...

Desde 2008 más o menos que empezó la gran crisis económica ha habido momentos de despegue, pero es cierto que cuando parecía que estábamos despegando llegó la COVID-19, después llegó la guerra de Ucrania, la crisis inflacionaria. Es cierto que hay niños y niñas que solo han vivido en crisis, han concatenado crisis tras crisis. Y es cierto que socialmente todas las familias ya lo están viviendo, es decir, la clase media cada vez es menos clase media, cada vez tiene más dificultades.

¿Deberíamos también tener una perspectiva de infancia y también de género a la hora de diseñar la política de las herramientas para la inclusión, las prestaciones? ¿Se echa un poco en falta a veces ese enfoque? 

Sí, completamente. Una de las demandas constantes del sector de infancia, de Educo y de otras organizaciones es que la infancia esté en el centro de las políticas públicas. Por supuesto, la prestación por hijo a cargo, que es esencial no solo para cada familia, sino porque convierte en sujeto de derecho desde el momento que nace hasta que cumple 18 años al niño y a la niña, que lo es, pero realmente hay que identificarlo como tal. El Ingreso Mínimo Vital es otra prestación que tiene que tener un enfoque de infancia. Y de género deberían tenerlo. La mayor tasa de pobreza en los hogares está en los hogares con hijos a cargos monoparentales. Y monoparentales quiere decir, en la gran inmensa mayoría de las ocasiones, con una mujer al frente que se pone a cargo de sus niños y niñas. Y ahí es donde la pobreza se está cebando. 

Si a un menor le quitas el comedor escolar o actividades extraescolares, le estás quitando oportunidades

Antes introdujiste el tema de que los menores pasan muchos tiempos en pantallas por esta falta de políticas. ¿Esa falta de política de conciliación familiar afecta en mayor medida a familias más vulnerables?

Claro, al final no se pueden permitir actividades extraescolares. Afectan sobre todo a las familias vulnerables. Imagínate una mamá sola con dos niños a cargo; necesitan muchas redes de apoyo para poder salir adelante. Y está bien tener esas redes de apoyo, pero es que hay cosas que se deben garantizar en un Estado de Bienestar. El comedor escolar de los niños o las actividades extraescolares no pueden ser solo para un grupo de niños y niñas, si lo haces les estás quitando oportunidades.

Porque no es menor el hecho de que alguien pueda quedarse en el comedor escolar, estar ahí con otros niños, jugar y después ir a una actividad. Por más que esa actividad sea de ocio, tiempo libre, lúdica, deportiva... forma parte de su desarrollo, forma parte de su bienestar. Si tú le estás quitando esto, al final le estás quitando oportunidades. Le estás desapegando del sistema educativo y le está impactando directamente en su rendimiento académico.

Educo en Canarias

La ONG trabaja en las Islas con Mojo de caña y Fundación Farrah (socia de la CONGDCA) en los campamentos de verano.

Con mojo de caña también han trabajado en espacios socioeducativos para infancia afectada por el volcán en La Palma y ha dado formación en prácticas restaurativas. Lo ha hecho con 250 niños y niñas y ha formado a 40 personas. Además trabaja con cuatro colegios, becando durante el curso a 47 niños y niñas.