La magia de La Rama de Agaete, marcada por la polémica del ‘macromuelle’
El municipio de Agaete, en el norte de Gran Canaria, se prepara para celebrar este sábado su gran día, La Rama. Como cada 4 de agosto, la villa marinera se viste de gala para recibir a las miles de personas que se acercan a vivir una de las fiestas más importantes de Canarias, este año marcada por la gran polémica que existe en torno a la obra que el Gobierno de Canarias quiere llevar a cabo en el Puerto de Las Nieves.
En las calles de Agaete ya huele a eucalipto y poleo, a calderos al fuego, a encuentros familiares, pero en el ambiente también se siente la reivindicación, la lucha de los vecinos para que, de una vez por todas, se escuche y se tenga en cuenta su voz para decir sí o no a la obra de ampliación del actual muelle del municipio.
El pasado mes de junio el vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Obras Públicas y Transportes, Pablo Rodríguez, firmó la resolución por la que se adjudican las obras de ampliación a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Sato Trabajos y Obras y Hermanos García Álamo, una adjudicación que será recurrida por la plataforma Salvar Agaete Sin Macromuelle. Desde el colectivo entienden que “no se han cumplido una serie de informes socio económicos y de impacto medioambiental que llevan unos años sin vigencia”, explica a Canarias Ahora Cleia Montesdeoca, una de sus integrantes.
La Rama de Agaete es uno de los principales símbolos de identidad de Gran Canaria, cada año reúne a miles de personas que durante ocho horas danzan sin parar por las calles del pueblo con el sonido de la banda que les acompaña. La fiesta consiste en rememorar un rito aborigen en el que los antiguos pobladores de Gran Canaria subían a la cumbre a coger ramas de poleo, pino o laurel, entre otras plantas aromáticas, para pedir lluvia a los dioses con un baile en el que, rama en alto, llegan hasta el santuario de la Virgen de las Nieves.
Este año la fiesta se vive de una forma especial y diferente. Con la buena noticia de que “por su profundo arraigo popular en las dimensiones local, insular e, incluso, suprainsular” ha sido declarada como Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Canarias, una distinción a la que se le une la calificación de Interés Turístico Nacional, que fue otorgada en 1972. Y con la pesadumbre de que los mismos dirigentes han ignorado la propuesta de un pueblo para poder, simplemente, manifestar su opinión en las urnas.
El pasado mes de marzo se conocía que el Consejo de Ministros del Ejecutivo nacional, presidido en aquel momento por Mariano Rajoy (PP), denegaba al municipio de Agaete la autorización para celebrar una consulta popular sobre la realización de la obra de ampliación del muelle. El no fue rotundo, y el argumento que utilizaron fue que “no es un asunto de competencia municipal, sino autonómica”.
A pesar de que las obras están adjudicadas y con el no del Gobierno central, desde la plataforma Salvar Agaete no han cesado en su lucha. Así se refleja durante estos días tan importantes para la villa, donde las banderas con mensajes en contra de la obra ondean al viento en muchas casas del pueblo.
El objetivo de la plataforma durante estos días es seguir visibilizando su protesta. “No vamos a preparar nada porque La Rama es una fiesta con mucha tradición en el pueblo y no creemos conveniente mezclar las cosas, pero, respetando la esencia de la fiesta, vamos a visibilizarnos con las camisetas”, cuenta Montesdeoca. “Vamos a reivindicar bailándola”, afirma.
Asimismo, la integrante del colectivo ha adelantado que para el festival solidario BioAgaete, que se celebra los días 23, 24, 25 y 26 de agosto, sí tienen preparado un gran acto en el que esperan congregar a mucha gente que los apoye en su causa.
Desde el colectivo recuerdan que para llevar a cabo la adjudicación de la obra, el Gobierno de Canarias se ha basado en informes realizados hace 15 años, cuando el escenario económico y social en las islas era totalmente diferente, tal y como adelantó Canarias Ahora. Además, Montesdeoca asegura que “de los 16 condicionantes que la Cotmac les puso en la declaración de impacto ambiental no han cumplido ninguno”. Y recuerda que en el documento se explica que en esa zona hay un tipo de alga que escasea en la región macaronésica y puede verse afectada una extensión de 15 kilómetros. “Eso tampoco lo han tenido en cuenta”, sentencia.
Pero la magia de La Rama no solo se ha visto marcada por la polémica de la ampliación del muelle. En las redes sociales también surgió un intenso debate por la decisión del Ayuntamiento de Agaete de prohibir la instalación de chiringuitos de música durante las fiestas después de los altercados de los últimos años.
En la presentación de las Fiestas de Las Nieves, el pasado 24 de julio, la concejala del área en el municipio, Isabel del Rosario, contó que esa medida “no es capricho” del gobierno municipal, compuesto por el Partido Socialista y Alternativa Ciudadana Por Agaete, y afirmó que era una decisión de la Junta de Seguridad.
Tras conocerse la noticia, un ciudadano abrió una petición a través de Change.org en favor de que se mantengan los chiringuitos que llegó a recoger más de 500 firmas, pero la edil aseguró que han sido los propios vecinos del pueblo quienes han solicitado su erradicación. “Desde el año 2016 aparecen esas propuestas en las redes cuando se acerca La Rama, pero la Junta de Seguridad nos pide encarecidamente que no se instalen chiringuitos”, dijo la concejala. Y recordó que Agaete es “prácticamente el único municipio que los mantiene”.
Así, en las fiestas de este año solo ofrecerán servicios los bares y restaurantes que están durante todo el año y los puestos de comida que, tradicionalmente, se pondrán en los alrededores del casco urbano.
Con la lucha desde las instituciones por que se les escuche su opinión sobre el proyecto del macromuelle y con el mensaje de Salvar Agaete: Macromuelle No desde la plataforma, Agaete se ha convertido en los últimos meses en uno de los municipios más mediáticos de las Islas. Este sábado volverá a ser el centro de atención en su día grande, La Rama.