Mantener los hábitos de comida y el ejercicio ayudan a prevenir el estreñimiento vacacional, que constituye uno de los problemas gastrointestinales más habituales y comunes durante el verano.
El especialista en Aparato Digestivo de los hospitales Quirón Costa Adeje y Quirón Tenerife, Alejandro Hernández Camba, explica en un comunicado que este endurecimiento de las heces que dificulta su expulsión, se produce debido a una mayor absorción de agua desde el colon.
Para evitarlo, aconseja, beber unos dos litros de agua al día (8 vasos) y mantener una dieta rica en productos con alto contenido en fibra al tiempo que considera fundamental intentar respetar los horarios de las comidas y practicar algún tipo de actividad física durante el estío.
“De esta forma, lograremos mantener durante las vacaciones un tránsito intestinal adecuado y evitaremos las molestias que provoca el estreñimiento como la pesadez, la falta de apetito, el dolor de cabeza, la distensión abdominal y el malestar general”, agrega el experto, quién afirma que hay que prestar especial atención a los menores que con los juegos se olviden de beber agua e, incluso, ir al baño.
Hernández Camba apunta que para que una dieta tenga un alto contenido en fibra debe ser rica en cereales, frutas (especialmente las peras, las fresas y los frutos secos) y verduras (como las espinacas y arvejas)
Asimismo aconseja sustituir el pan blanco por el integral y consumir arroz y pastas también integrales.
Señala que todos estos alimentos contienen un producto que el organismo no es capaz de digerir (la fibra) y que se queda en el tracto intestinal para ayudar a formar el bolo fecal.
El especialista aconseja no abusar de las grasas saturadas, sobre todo porque van acompañadas de mucha sal que es un producto que contribuye a la deshidratación del organismo y recomienda comer pescado y aceite de oliva, y evitar las carnes y la bollería industrial, que, aunque más saciantes, tienen un contenido en fibra menor.
En cuanto a los líquidos, el experto señala que es muy importante beber agua, que no debe ser sustituida por refrescos ni bebidas ricas en sales ya que estas, como el alcohol, favorecen la deshidratación.
Hernandez Camba agrega que si no se ha logrado evitar el estreñimiento, se debe acudir al especialista para que sea quien diagnostique el problema y recete el fármaco más adecuado a cada persona y situación y advierte que la toma de laxante sin la previa recomendación de un médico pueden llegar a ser contraproducentes.
“El cuerpo se acaba por acostumbrar a ellos, lo que impide el movimiento natural del tracto intestinal y genera cierta dependencia si se toma durante periodos prolongados” señala.