La Asociación Socio-Cultural Entre Mares ha expresado este viernes su dolor y solidaridad con la familias de la mujer y de su bebé de un año de edad que fallecieron este jueves, cuando trataban de desembarcar en la costa de Arguineguín, al sur de Gran Canaria.
La asociación, que trabaja con personas inmigrantes en Fuerteventura, ha expresado su tristeza por estas muertes, que “siguen evidenciando la indiferencia y el desinterés” de los gobiernos de España y de la Unión Europea por el respeto y la salvaguardia de la vida de las personas migrantes.
En un momento en el que la ciudadanía española y europea está llamada a elegir a sus representantes políticos autonómicos, locales y del Parlamento europeo, Entre Mares cree que se hace improrrogable exigir medidas humanitarias y efectivas conducentes a que hechos como la pérdida de vidas humanas no vuelvan a producirse.
Los miembros de la asociación han alzado la voz en un comunicado para dejar claro que no van a “permanecer en silencio ante las muertes de seres humanos, que buscan una vida más prospera, justa, segura, digna y que apuestan su vida para poder alcanzar un futuro mejor”.
Entre Mares cree que tragedias como ésta ponen en evidencia la deshumanización de la política, la hipocresía disfrazada de buenas intenciones que lejos de la actuación y la ayuda en los países de origen, el establecimiento de planes de desarrollo y de cooperación sigue financiando el blindaje de las fronteras a través del control policial. A su juicio, todas las muertes en las costas mediterráneas y canarias son “evitables” y cualquier discurso político que lo refute, evidencia “la falta de voluntad, solidaridad y justicia social con las personas más vulnerables”..
Consideran que “a los retos que nos plantean las migraciones no se les puede seguir dando respuestas de urgencia no planificadas, de corte policial y de control de fronteras”. Para Entre Mares, la Unión Europea tiene el deber de garantizar medidas que regulen: el acceso a los servicios básicos (sanidad, educación, vivienda), la estancia de las personas inmigrantes y refugiadas, su participación democrática y su integración social.
La asociación ha exigido a la Unión Europea, al Estado español y al Ejecutivo canario el cambio que permita que los países más devastados por las guerras, las hambrunas, la desigualdad socio-económica se acerquen a la sociedad del bienestar y se acabe con el drama de miles de personas refugiadas e inmigrantes que día a día se juegan la vida.
Desde Entre Mares han hecho un llamamiento a la responsabilidad del Gobierno y de la sociedad civil para que “no agite falsos fantasmas xenófobos y populistas y habilite marcos de convivencia dignos y en igualdad, respetando el estado social y democrático de derecho que la Constitución española reconoce”.