La Guardia Civil ha esclarecido el origen de dos vertidos en la costa de Telde. Uno de ellos se originó por el material de una obra y otro por la incorrecta canalización de un edificio. El Servicio Marítimo Provincial (SMP) de Las Palmas, en Gran Canaria, ha remitido un informe a la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural (ACPMUN) sobre estos vertidos en la zona de Los Riscos de Taliarte, un entorno costero de unos 45.000 metros cuadrados.
Los agentes del Servicio Marítimo, tras tener conocimiento de su existencia, iniciaron una investigación para determinar la posible autoría y afección medioambiental, sobre la salud pública y sobre la flora y fauna marina existente ya que se trata de una zona donde habitan distintos tipos de elasmobranquios como la Squatina squatina, conocido comúnmente como tiburón Angelote, el cual se halla en peligro de extinción, así como especies de flora marina vulnerables, como la Cystoseira abies-marina o Mujo Amarillo, entre otras especies.
Vertido de color blanco por los restos de una obra
La Guardia Civil informa en un comunicado que el pasado día 25 de junio acudieron al lugar de los hechos, constatando los restos de una emisión contaminante reciente en el mismo desagüe que los ciudadanos señalaban en las redes sociales. Allí observaron vestigios recientes en forma de charcos de color blanco no jabonoso que partían de la boca de emisión de aguas pluviales, entre varias rocas del litoral y que aún conformaban un conjunto de charcos de lo que había sido un caudal de emisión.
Los agentes entrevistaron a varios vecinos de la zona e inspeccionaron los imbornales más cercanos. Así, en el Paseo Marítimo de Taliarte localizaron restos de color blanco, de lo que aparentaba ser restos de pintura blanca desechada, compatible con la naturaleza del vertido. En la finca urbana anexa al imbornal, los agentes observaron pruebas recientes de la ejecución de una obra menor, que consistía en la reparación y pintado de color blanco de la fachada de varias viviendas.
De hecho, en la acera pública permanecían aún los restos de pintura blanca en forma de gotas al pie de la fachada, de unos 25 metros lineales. Tras la identificación del propietario de la finca, reconoció que estos restos se correspondían con el producto de la limpieza de los materiales con que los que se ejecutó la obra, concretamente por disolución en agua de los cubos, rodillos y brochas empleados para dicha tarea, versión que coincidía con lo aportado por varios testigos en la zona y la inspección realizada por los agentes.
Vertidos de aguas grises, procedente de un edificio
La Guardia Civil también investigó otro vertido de aguas grises, tal como se apreciaban también en varios vídeos publicados en las redes sociales. En este caso, se estaban produciendo de manera más aleatoria, pero continuada en el tiempo, sin dejar los mismos rastros persistentes en el entorno como el de la pintura.
Tras realizar varias entrevistas con vecinos de la zona e inspeccionar el resto de fincas aledañas, las pesquisas se centraron a raíz de comprobaciones visuales y posteriormente imágenes de satélites, en la azotea de un determinado edificio residencial cercano, donde se constataban numerosas habitaciones construidas, “aparentemente, al margen del diseño arquitectónico del edificio, de uso privativo dentro de un área, por lo general, común o pro indiviso de la comunidad de propietarios”.
Los agentes consideraron que “presumiblemente no contarían con las infraestructuras y canalización necesarias para conectar las posibles aguas residuales a la canalización correspondiente, sino al sistema de pluviales del edificio que discurre soterrado hasta un colector público que desemboca en la citada área de Los Riscos”.
El resultado fruto de la investigación realizada por los especialistas fue puesto a disposición de la ACPMUN, como autoridad competente del Gobierno de Canarias con potestad sancionadora en materia de vigilancia de la gestión del territorio y a la protección del medio ambiente. En estos hechos, se presume al menos, la comisión de una infracción grave por el vertido no autorizado de residuos que puede ser sancionado con multas de entre los 600 a los 60.000 euros.