Ocho escultores de varios países premiados por su sorprendente capacidad para moldear arenilla han unido arte y tradición para crear el mayor belén de arena de Europa en la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria.
Alexey Dyakov, Pavel Zadanyuk, y Vladimir Kuraev (Rusia), Radovan Zivny (República Checa), Ted Siebert (Estados Unidos), Karen Fralich y David Billings (Canadá), bajo la dirección del español Etual Ojeda, considerado “padre del arenismo”, son los autores de este belén gigante, en el que han volcado el arte que les ha valido más de setenta premios conseguidos en certámenes de medio mundo.
Las 400 toneladas de arena empleadas en una superficie de 700 metros cuadrados han convertido a este belén en el más grande de Europa, seguido del realizado en Venecia, de 200 metros cuadrados, afirmó Ojeda.
Además, es el más grande de los que se ha realizado en la playa de la Canteras, donde comenzó esta tradición hace veinte años para, luego, extenderse a otras zonas de la Península.
Con herramientas de albañilería y utensilios de cocina y jardinería, más de 50 personas, entre escultores y ayudantes, han trabajado durante dos semanas en esta obra histórica que consolida “una forma de arte con capacidad expresiva propia que es algo más que una anécdota artística o un espectáculo público”, agregó.
Los visitantes podrán observar las escenas de la Anunciación a la Virgen, la Huida a Belén, así como la difícil situación de María y José de no encontrar cobijo.
El Nacimiento en el Pesebre, donde se encuentra el Niño Jesús esculpido en arena, la Adoración de los Reyes Magos y el Asesinato de los Neonatos ordenado por Herodes ante el temor del nacimiento del hijo de Dios, además de la Anunciación a los Pastores, también podrá ser observado con detalle.
Estas escenas bíblicas han sido representadas con gran realismo gracias también al esmero de los ayudantes, integrados por alumnos de escuelas canarias de arte y vecinos, que en esta ocasión han podido participar en la obra.
Así, el centro del recinto está coronado con una representación de la ciudad de Palestina en la época del Nacimiento de Jesús con más de un centenar de casas y sus habitantes ocupados en sus labores.
Ni la lluvia ni los fuertes vientos registrados los últimos días han podido derribar las esculturas gracias a una capa de fijador ecológico y biodegradable que solidificó su superficie, reveló Ortega.
En todo caso, añadió que las lluvias no torrenciales benefician la escultura porque ayudan a mantener la arena compacta.
Desde su inauguración, el belén, que cuenta con iluminación nocturna y música de ambiente, ha sido visitado por multitud de curiosos que recorren esta atracción turística a través de unas pasarelas de madera que la rodean.
Los niños interesados en esta modalidad artística podrán poner en práctica sus cualidades y mejorarlas en los talleres que ofrecerán los maestros escultores hasta el próximo día 6, cuando se clausurará la escultura.
Los próximos belenes que se realicen en esta playa capitalina poseerán características identificativas de las costumbres canarias y de la arquitectura isleña, explicó.