Los médicos de Urgencias del Hospital Insular de Gran Canaria, acompañados por profesionales sanitarios y no sanitarios y usuarios del complejo, se han concentrado este viernes a las puertas del centro para reafirmarse en su denuncia ante la Fiscalía y censurar públicamente las declaraciones realizadas el pasado martes por el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, unas manifestaciones en las que deslizaba que parte de la responsabilidad del colapso en el servicio recaía en los propios trabajadores. La acción reivindicativa, en la que han participado alrededor de 300 personas, según la estimación de algunos de los organizadores, ha finalizado con un recorrido de ida y vuelta desde el edificio del Hospital Insular al del Materno Infantil, una marcha en el que los participantes han coreado consignas en defensa de la sanidad pública y en contra del negocio con la salud.
Manuel Fuentes, médico adjunto al servicio de Urgencias del Hospital Insular, ha sido el encargado de leer un manifiesto con cuatro puntos. Tras una pancarta con la inscripción Urgencias no aguanta más, el portavoz de este colectivo de trabajadores ha lamentado que Clavijo les haya culpabilizado de una situación “generada por su administración y gestión sanitaria”. “No es de recibo que un presidente del Gobierno ponga en entredicho la profesionalidad de los médicos de Urgencias”, ha manifestado Fuentes, que ha apelado a su responsabilidad para “tomar las medidas oportunas con los responsables implicados”.
“Admitimos su disculpa, pero el daño ya está hecho”, han advertido los facultativos en alusión al hilo de Twitter publicado por el presidente canario el martes por la noche, horas después de haber realizado las polémicas declaraciones que precipitaron la concentración de este jueves. Clavijo utilizó la red social para recular y negar que hubiera sugerido que los trabajadores sanitarios eran, junto al Cabildo de Gran Canaria, los responsables de la saturación del servicio. “Lo único que nos motiva es la atención médica y digna del paciente”, responden los médicos en el manifiesto.
Además de reafirmarse en la denuncia interpuesta ante la Fiscalía contra la “desidia” e “inoperancia” de la administración para resolver el desbordamiento asistencial, los médicos de Urgencias han agradecido a los compañeros y usuarios del complejo su apoyo en unas reivindicaciones que esperan que sean atendidas “por el bien de nuestra sanidad pública y que los servicios de urgencias de nuestra comunidad sean emblema de la dignidad profesional y asistencial”.
Una solución “parcheada”
Para el grupo de trabajo de Urgencias del Hospital Insular, formado por 23 de los 26 facultativos del servicio, la “solución definitiva” anunciada por la Consejería de Sanidad y por el propio presidente del Gobierno regional, la ampliación del área a través de la cesión del edificio que albergaba el Colegio Universitario de Las Palmas (CULP), propiedad del Cabildo de Gran Canaria, no es más que “un parche para un tiempo”. “El problema de Urgencias no se resuelve con más zonas, con más espacios que al final acaban llenándose de la misma forma. Si no damos salida a los pacientes que ya están diagnosticados y que están esperando una cama de hospitalización, dentro de un tiempo estará de nuevo completo porque la población está envejeciendo”, sostiene uno de los miembros del colectivo.
Este médico explica que el servicio acumula a diario pacientes que ya no tienen por qué emplear recursos de Urgencias, bien porque deben ser derivados a las áreas correspondientes (camas de hospitalización o centros concertados) o porque sus familias no se pueden hacerse cargo de ellos y tienen que esperar por una plaza en un centro sociosanitario. “El problema que tenemos, como dijo (José Manuel) Baltar (consejero de Sanidad), es que como no hay sitio, los dejamos en Urgencias. Somos un tapón, no tenemos vía de salida”.
Para los profesionales sanitarios, la solución debe ser política: “Hay que invertir dinero en centros hospitalarios para personas mayores, en centros sociosanitarios y en recursos humanos”.