En 12 años han atendido a unos 2.500 facultativos, de los cuales el 90 por ciento ha conseguido volver a trabajar
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Los médicos de familia y los psiquiatras son los facultativos que más acuden al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) de la Organización Médica Colegial (OMC), afectados por algún tipo de trastorno mental o por el consumo de alcohol u otras drogas.
Así se desprende de los datos recopilados desde la puesta en marcha de dicho programa pionero en Europa, en 1998, con el que se pretende “diagnosticar y tratar” a aquellos profesionales que tienen un problema que, según reconoce el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, “generalmente se suele disimular y ocultar”.
“Nadie llega y dice que es alcohólico”, asegura este experto, ya que conlleva “riesgo de exclusión y pérdida de prestigio”, hasta el punto de que antes de poner en marcha este programa se diesen muchos casos de los que “se enteraban cuando había un escándalo”.
En los 12 años de funcionamiento del programa PAIME, se han notificado y atendido un total de 2.435 médicos, más de la mitad en Cataluña, donde comenzó a desarrollarse esta iniciativa.
De estos casos, el 68 por ciento presentaba algún tipo de trastorno mental, generalmente psicótico o bipolar, y el resto eran adictos al alcohol (15%) o a alguna droga (17%).
Casi la mitad de estos médicos (45,4%) trabaja en Atención Primaria y, si se tiene en cuenta los casos que acaban ingresando en la Unidad Clínica que este programa tiene en Barcelona, se observa como los psiquiatras son la especialidad que más demandan esta atención, por delante de los anestesiólogos, pediatras y médicos internos.
El presidente de la OMC ha recordado que “los médicos son personas normales que enferman con la misma incidencia que el resto de la población”.
No obstante, Rodríguez Sendín reconoce que “la presión y el estrés laboral pueden ser el desencadenante” de este tipo de trastornos, lo que “favorece que se recurra a algún tipo de sustancia”, hasta el punto de que “hay quienes no pueden ir a trabajar sin tomar un ansiolítico”.
Esto suele darse más en los primeros años de profesión, ya que hasta uno de cada cinco casos (21%) atendidos en el programa PAIME han sido facultativos de entre 25 y 35 años. “Es cuando hay más niveles de estrés”, asegura.
Hasta el punto, añade el secretario de la OMC, Serafín Romero, de que “se dan casos de personas que llegan con notas altísimas y, luego, cuando inician la residencia, estallan”.
“EVITAR MALAS PRAXIS”
En estos casos, Romero destaca la importancia de “enseñarles a vivir con la presión” y, al mismo tiempo, “evitar los casos de mala praxis que se pueden derivar de estos trastornos”.
Para ello, el programa PAIME ha hecho posible que en cada colegio provincial de médicos haya, como mínimo, un médico y un psiquiatra “anónimos” con un teléfono al que cualquier facultativo pueden llamar en caso de requerir asistencia médica por cualquier problema.
“La confidencialidad es extrema”, asegura Rodríguez Sendín, de modo que las consultas se llevan a cabo en “horarios y condiciones especiales”, ya que “es la única forma de generar confianza” a estos médicos pacientes.
Así, de los casi 2.500 casos atendidos han conseguido que el 90 por ciento volviesen a trabajar, mientras que en los casos que fracasaron estos médicos tuvieron que ser apartados de la profesión, no obstante, “siempre por la vía de la normalidad” y con las ayudas correspondientes.
Para abordar este problema y mejorar la puesta en marcha del programa PAIME y “conseguir captar a más pacientes”, la OMC y la Fundación Patronato de Huérfanos y Protección Social de Médicos Príncipe de Asturias celebrarán esta semana en Málaga el IV Congreso PAIME, bajo el lema 'Salud de los Médicos, Calidad del Servicio'.