Un menor detenido en Las Rehoyas denuncia maltrato

Macame Mesa / Carmen Mesa

Los seis jóvenes detenidos el lunes por la Policía Nacional durante el incidente acaecido en el barrio de Las Rehoyas de Las Palmas de Gran Canaria, uno de ellos menor de edad que denuncia haber sido maltratado en comisaría, han vuelto a sus respectivos hogares tras pasar una noche en el calabozo. La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la capital, Ana Isabel de Vega, ha imputado a los mayores de edad, de entre 18 y 28 años, los delitos de atentado contra la autoridad, resistencia a agente de la autoridad, daños y lesiones.

Lo que en un principio iba a ser un juicio rápido por faltas, terminó convirtiéndose en una toma de declaración debido a las posturas enfrentadas de los afectados y la gravedad del suceso, en el que resultaron heridos cuatro agentes, uno de los cuales mostró un vendaje en la mano al acudir a declarar ante la magistrada.

El atestado policial al que ha tenido acceso CANARIAS AHORA señala que el suceso se originó después de que un individuo escupiera “hasta seis veces” a un vehículo policial cuyos efectivos realizaban un control a 10 personas que adoptaron una actitud “esquiva y huidiza” en la Plaza de la Navidad. Una zona que describen como “un punto habitual de venta y consumo de sustancias estupefacientes”.

Asimismo, manifiesta la intención de los agentes de “calmar los ánimos” cuando procedieron a realizar la primera detención, que sin embargo derivó en que recibieran, siempre según el atestado, insultos, empujones, golpes y puñetazos, siendo increpados por unas 50 personas que elevan a 100 una vez llegan los refuerzos. Además, señala que los asistentes profirieron “numerosos insultos a los actuantes, así como lanzan varios vasos de cristal y botellas de cerveza de un litro, las cuales por la pericia de los agentes no impactan en los mismos”. Como resultado, señalan lesiones, como un corte en el labio superior, contusiones y excoraciones.

Además de la luna de un vehículo rota por supuestamente uno de los detenidos, que al parecer lanzó desde una altura de cuatro metros y una distancia de 15, una piedra “de grandes dimensiones”.

Sin embargo, esa postura diverge de la mantenida por los familiares y amigos de los acusados que se acercaron este martes a Granadera Canaria y que, lejos de comprender la actuación del Cuerpo, la calificaron de “desmesurada”, hablaron de “brutalidad” ante los vecinos y “porrazos a diestro y siniestro”. Según comentaron, los “abusos” de los agentes levantaron ampollas entre los que se encontraban cerca, que no dudaron en mostrar su disconformidad ante “el cachetón” que, según indicaron, propinaron a uno de los jóvenes.

El abogado de uno de los imputados, Juan Betancor, recalcó que no había habido conformidad entre las partes y dijo reservarse todas las medidas legales sobre el incidente con la Policía.

“Vejaciones” a un menor

El Juzgado de Menores de Las Palmas de Gran Canaria ordenó al mediodía la puesta en libertad del joven de 17 años que también fue detenido por, según reconoció, lanzar una botella de cristal al suelo ante los efectivos que le perseguían. El atestado le atribuye, además, lesiones en el brazo izquierdo a un agente por resistirse a su detención “con gran violencia física”.

A su llegada a Granadera Canaria, donde dijo que iba a declarar en calidad de testigo, el menor aseguró que sufrió un “trato vejatorio” durante su estancia en los calabozos y que tiene previsto presentar una denuncia por ello.

Al respecto, señaló que “cuando llegué a comisaría me patearon, me amenazaron, me dijeron que no iba a vivir tranquilo, ni yo ni mi familia. Me agredieron fuerte, me abrieron el labio y me hicieron daño en las muñecas en busca de saber quién fue”. Una situación que asegura que se repitió hasta que “un policía actuó y se preguntó qué estaban haciendo pegándole a un menor”, tras lo cual afirma que le trasladaron al calabozo y le quitaron las esposas.

“Me han tratado como a un animal por estar caminando por la calle charlando con mis amigos”, apostilló.