La Dirección General del Menor del Gobierno de Canarias negó este miércoles que haya requerido que la niña de cinco años Piedad, por cuya tutela pleitean su familia de acogida y su madre biológica, ingrese en un centro de acogida sino que ha solicitado su asistencia para someterle a una evaluación.
Fuentes de este departamento indicaron que esta evaluación es normal es cualquier proceso de acogimiento en el que, cada cierto tiempo, se cita a la menor para realizarle una evaluación, tras la cual y en el mismo día, regresa a su casa con la familia de acogida.
También precisaron que este proceso no tiene relación con el auto de la Audiencia Provincial de Las Palmas que ordena el ingreso en un centro de acogida hasta que se resuelva si la menor permanece con su familia de acogida o si bien debe regresar con su madre biológica.
Para el cumplimiento de este auto, la Dirección General del Menor y La Familia, según recordaron las fuentes, elaboró un programa de intervención que incluye que la niña acuda dos horas diarias a un centro, con el fin de evitar efectos negativos en la menor.
Junto a este programa de intervención, también se ha elaborado uno de mediación con el fin de acercar posturas entre las partes.
Piedad, nombre supuesto de la menor, ingresó por primera vez en un centro de acogida a los ocho meses de edad y tras permanecer allí casi dos años, fue dada en acogida a una familia que reside en el municipio tinerfeño de La Orotava, con la que permanece desde hace más de dos años.
Un sentencia del Juzgado número 5 de Las Palmas ha ordenado la devolución de la niña a su madre biológica, que según la Dirección General del Menor padece trastornos mentales, pero la familia de acogida ha presentado un recurso, aún no resuelto.