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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Más de un año después de la crisis de las microalgas en Canarias, el Gobierno destina casi medio millón de euros a investigar por qué se producen

Más de un año después de la crisis veraniega de las cianobacterias en las costas canarias, la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno regional tiene previsto destinar 476.667 euros para investigar el seguimiento de floraciones de microalgas nocivas con el fin de desarrollar un modelo predictivo de las floraciones que acontecen en Canarias. 

El procedimiento de contratación, aún en fase de licitación, está abierto hasta el 23 de noviembre de este año, cuando se cierra el plazo de presentación de ofertas; la ejecución tiene una duración de 24 meses a partir de la firma del contrato, con el 1 de diciembre de 2020 como fecha límite.

Durante el verano de 2017 se produjo “el bloom más extenso conocido en la región de la cianobacteria Trichodesmium erythraeum” explica el Ejecutivo regional en la memoria del proyecto, que cifra en “más de cuatro meses” la crisis de las microalgas, que “afectó a las costas de las islas incidiendo en el uso de playas y actividades recreativas y deportivas, lo que ha tenido una gran repercusión social”. Además añade que, aunque este 2018 también se han producido floraciones, han sido “de menor intensidad”.

Estos hechos son evidencias suficientes para que la Vicenconsejería de Medio Ambiente concluya que las microalgas “van a ser un hecho que se repita cada verano con diferente intensidad y grado de incidencia en el litoral” y, por ello, justifica que “es necesario profundizar en el conocimiento de la biología de esta especie” con el objetivo de “obtener las respuestas que se precisan” para “dirigir las políticas y las acciones” oportunas. “La mejora del conocimiento sobre esta y otras especies podría permitir el desarrollo de un sistema de alerta temprana que permita predecir cuándo y donde se puedan producir estos eventos”, refleja el documento.

La financiación de este proyecto corre a cargo de los fondos FEDER, del que el Gobierno canario solo ha ejecutado el 1% previsto para el cambio climático, y se realizará una monitorización “in situ” con periodicidad “mensual o estacional” de poblaciones Trichodesmium. También está previsto que se lleven a cabo experimentos para conocer los factores que condicionan su crecimiento y metabolismo.

En los tres meses de verano en los que se propagaron las manchas en las costas isleñas el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, defendió con ahínco que nunca se produjo ninguna crisis en el Archipiélago porque las microalgas son un fenómeno natural. Ante esta postura, la oposición reprochó al Ejecutivo su tardanza en informar y aclarar la incertidumbre que generó la proliferación de la cianobacterias entre la sociedad canaria y que obligó a cerrar varias playas.

En todo momento, Clavijo negó que los vertidos de aguas residuales tuviesen relación alguna con las microalgas (lo que generó un cruce de acusaciones con el Cabildo de Gran Canaria), a pesar de que organizaciones ecologistas como Greenpeace afirmaron que, además de los efectos del cambio climático, los vertidos generan un cultivo excepcional para que se propaguen. Ahora, la Vicenconsejería de Medio Ambiente ha incluido en la investigación de estas bacterias el estudio del “efecto de los vertidos costeros y otras fuentes de contaminación antropogénica sobre la proliferación y actividad de las microalgas”.

Este periódico ha intentado recabar la versión oficial de la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, sin éxito. Cabe recordar que en materia de medio ambiente la gestión del Ejecutivo de Coalición Canaria ha quedado en evidencia a raíz de un informe del excoordinador del Observatorio Canario de Cambio Climático. Incluso la propia responsable del área, Nieves Lady Barreto, reconoció que la institución regional no se toma en serio el calentamiento global justificándose en que ninguna administración del mundo lo hace.