MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El 47,1 por ciento de los inmigrantes que residen en España se encuentran en riesgo de exclusión social o pobreza, situación en la que están el 28 por ciento de los residentes que han nacido en algún otro país europeo y el 25,2 por ciento de los ciudadanos españoles, según el estudio Condiciones de Vida de la Población Inmigrante presentado este lunes por el EAE Business School.
En total, un once por ciento de las familias en España son de origen extranjero, un tres por ciento más que en 2006, y 66 por ciento de ellas residen en Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía. Estas familias tienen de media 2,85 miembros, frente a las españolas, con unos 2,63 integrantes. En ambos casos, el tamaño medio ha descendido un cuatro por ciento entre 2006 y 2010.
El estudio, que analiza la situación en que se encuentran las familias extranjeras en España, destaca por “alarmante” que el 82 por ciento de las que proceden de fuera de la UE tienen dificultades para llegar a fin de mes, algo que afecta al 62 por ciento de las familias de nacionalidad europea.
En este sentido, indica que “sólo el 18 por ciento de las familias extranjeras no comunitarias llegan a final de mes y el 37 por ciento si se trata de familias europeas”. De hecho, cuatro de cada diez familias europeas en España padecen carencias relacionada con gastos imprevistos, automóvil, retraso en los pagos de vivienda, posibilidad de ir de vacaciones o alimentos básicos, conforme el estudio.
En términos absolutos, la renta media de las familias españolas es 1,27 veces más alta que la de los inmigrantes procedentes de la Unión Europea y está 1,54 veces por encima de quienes han nacido en países fuera del espacio Schengen.
Así, la renta media por persona española es de 10.297 euros anuales, mientras que se queda en 8.099 euros al año cuando se trata de extranjeros nacidos en la Unión Europea y cae a 6.647 euros entre los foráneos que tienen nacionalidades de países no europeos.
Con todo, las familias extranjeras son responsables del nueve por ciento del gasto de las unidades familiares en España, aunque se ha reducido un 1,2 por ciento desde el año 2009. Los españoles gastan de media 1,41 veces más que los extranjeros.
El 30,56 por ciento de su presupuesto va destinado a la vivienda y los gastos derivados de la misma, --agua, electricidad y gas--, mientras que el 14,64 por ciento se va en alimentos y bebidas no alcohólicas y el 13 por ciento, en transportes.
SIN VIVIENDA Y CON COCHE
Además, los extranjeros gastan el 5,67 por ciento en ocio y espectáculos, un 4,08 por ciento en comunicaciones, un 2,71 por ciento de su presupuesto en bebidas alcohólicas, tabaco y narcóticos y el 2,36 por ciento en salud, conforme señala el informe.
En cuanto a la vivienda, destaca que mientras un 84,8 por ciento de las familias españolas tiene una vivienda en propiedad, la cifra es de un 49,7 por ciento entre las europeas y del 26,8 por ciento entre quienes proceden del resto del mundo, tasa que ha descendido en casi dos puntos respecto de 2008.
Para los extranjeros, los principales problemas del hogar se relacionan con los ruidos, la escasez de luz natural, la delincuencia y la contaminación. No obstante, más del 60% de las familias afirma no tener ningún problema en su vivienda, un porcentaje que ha crecido en ocho puntos porcentuales en los dos últimos años. Por su parte, las familias españolas tienen más problemas de vandalismo y delincuencia que las extranjeras.
En cuanto al equipamiento del hogar, el teléfono, la televisión y la lavadora está presente en prácticamente todos los hogares, las diferencias son sustanciales en el coche y en el ordenador personal. Así, el 54,9 por ciento de las familias no europeas tienen coche, según el estudio.