Cada día, durante los tres meses que duró la erupción volcánica de La Palma, sobre las 14.00 horas, miles de canarios y amantes de esta tierra seguían con atención la rueda de prensa que guiaba Miguel Ángel Morcuende (Madrid, 1954). “Vamos a dar inicio a la rueda de prensa”, ponía en alerta el director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), y entonces los isleños subían el volumen del televisor.
Nunca imaginó Morcuende que su carrera acabaría así, asumiendo la responsabilidad de coordinar una emergencia volcánica devastadora, que arrasó miles de hectáreas y sepultó más de un millar de edificaciones. “Para mí ha sido una auténtica sorpresa, algo novedoso, una tarea que no había hecho en tantos años de profesión y eso que he tenido de todo: nevadas, incendios, subidas de mar, de todo, menos un volcán”, confiesa a Canarias Ahora. Su colección de catástrofes se completó el fatídico 19 de septiembre de 2021, cuando se abrió la primera fisura en la zona conocida como Cabeza de Vaca, en Cumbre Vieja, y de la primera boca eruptiva, la tierra comenzó a escupir material magmático.
Morcuende, ingeniero técnico forestal de profesión, había asumido con “lealtad y absoluta dedicación” la responsabilidad del Pevolca tres días antes, el 16 de septiembre. En ese momento también asumía que tendría que postergar su jubilación. “No es fácil catalogar todo lo que ha sucedido. Han sido meses intensos, duros, de trabajo continuo y exhaustivo, y sobre todo, doloroso”, agrega cuando le quedan días para poner punto final a su carrera. El 28 de febrero cogerá las merecidas vacaciones que le restan, empatándolas con el inicio de su jubilación, que, oficialmente, arranca en abril.
*Primera rueda de prensa tras la erupción del volcán de La Palma, el 19 de septiembre de 2021
El que fue presidente del patronato del Parque Nacional de Garajonay afirma que la emergencia de La Palma ha sido “la más dificultosa técnicamente” de todas las que ha dirigido, “sobre todo por la gran cantidad de actores: científicos, cuerpos de emergencia, políticos, ciudadanía. Y eso que he coordinado grandes incendios forestales”, rememora. Su forma de explicar la “normalidad” de la erupción fisural estromboliana será recordada por todos los canarios. Morcuende ayudaba a entender el proceso volcánico y, sobre todo, a calmar los ánimos. No obstante, tuvo la desagradable tarea de dar a la ciudadanía muy malas noticias: destrucción de edificaciones, coladas que avanzaban a toda velocidad por zonas urbanas, desalojos de viviendas, apertura de nuevas bocas eruptivas.
De hecho, el momento más crítico a lo largo de la emergencia, confesaba al finalizar la erupción, fue cuando una de las coladas, la que devoró “de manera inmisericorde” el polígono industrial del Callejón de la Gata, avanzaba con “una potencia inusitada” hacia el barrio de La Laguna. “En ese momento pensamos: vamos a tener un problema muy gordo, mucho más grande. Cabía la posibilidad de que se abrieran las coladas más hacia el norte”. Entonces pasó “un momento malo, muy malo”, igual que cuando hubo que sacar a las personas de sus casas, sobre todo por la noche. “Evacuar a personas ha sido terrible, ver gente decir adiós a sus casas, pero con nocturnidad es aún mucho peor. No da tiempo a recolocarse. Es una situación muy dura”, continuó.
Su principal objetivo era que no hubiera daños personales, más allá del fallecimiento de un vecino de Las Manchas cuando limpiaba ceniza en un tejado. “Se ha hecho un trabajo importante para tratar de evitar que haya víctimas mortales. Ese ha sido el primer objetivo del Pevolca. Pero es evidente que en todas las facetas de la vida tienes que contar con otro apoyo. Probablemente tiene que ver con los milagros también”, indicaba Morcuende el 25 de diciembre, cuando se dio por finalizada la erupción. Creyente como es, después de esta experiencia, se “reafirma en sus creencias”.
*Última rueda de prensa tras la erupción del volcán de La Palma, el 25 de diciembre de 2021
El ajedrez, nuevos estudios y tiempo en familia
El currículo de Miguel Ángel es extenso: fue secretario del patronato de Espacios Naturales Protegidos de la isla de La Palma y jefe de servicio de la Unidad de Medio Ambiente de La Palma; concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma entre 2007 y 2011, secretario general técnico de la Consejería de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno de Canarias (1999-2001), secretario del Consejo de Administración de Gesplan SA (1999-2001) y representante de Canarias en el Consejo Nacional Cartográfico, entre otros cargos.
Ahora le llega el turno de descansar y de hacer con su tiempo lo que siempre ha deseado. “Me dedicaré a escribir, a leer, tengo aficiones como la música, el ajedrez y dedicaré tiempo a la familia y a los amigos. También seguiré formándome en cosas que me interesan, con el tiempo que no he tenido en estos 30 años. Soy ingeniero de montes y tengo pasión por temas como la ecología, por lo que seguiré por ahí incidiendo”, concluyó.