Motín en el aeropuerto de Gran Canaria tras el retraso de medio día de un vuelo

Efectivos de la Guardia Civil disolvieron este martes a unos 50 viajeros en el Aeropuerto de Gran Canaria que impedían el embarque del vuelo de las 07.00 horas de Iberia con destino a Madrid, debido a que el suyo, uno anterior de la misma compañía, fue retrasado hasta las 15.20 horas.

Según informaron fuentes de Iberia, el vuelo de las 02.55 horas tuvo que ser retrasado debido a que su tripulación había sobrepasado las horas de vuelo estipuladas y debía efectuar un descanso, como es obligado, y ello motivó el descontento de parte del pasaje.

En el vuelo de IB-811, de las 02.55, había 92 plazas reservadas, según indicaron las fuentes, que señalaron que se informó al pasaje sobre la situación de la tripulación y de que se les iba a ir acoplando en los vuelos siguientes a Madrid, tanto de Iberia como de otras compañías.

Una parte del pasaje fue trasladada a varios hoteles de la isla, mientras que otra decidió quedarse en el aeropuerto y fue la que originó el altercado al querer embarcar en el vuelo de las 06.00 horas, que salió con más de una hora de retraso.

Debido al altercado, la Guardia Civil ha denunciado a ocho de los pasajeros que impidieron el embarque del vuelo, tras desobedecer y oponer resistencia leve a los efectivos de la benemérita, informaron fuentes del instituto armado.

Los ocho pasajeros se enfrentan a una denuncia por desobediencia leve a las fuerzas de orden público, que cursará el Juzgado de Guardia del municipio grancanaria de Telde, así como a otra presentada ante el Ministerio de Fomento por infringir la Ley de Seguridad Aérea, señalaron las fuentes.

Según la Guardia Civil, varios pasajeros se tumbaron en el suelo de la puerta de embarque, insultaron al pasaje que quería embarcar e incluso provocaron un conato de enfrentamiento entre los viajeros.

Las fuentes de la Guardia Civil explicaron que la denuncia presentada ante el Ministerio de Fomento está motiva por una posible infracción del artículo 41.1 de la Ley 21/2003 de Seguridad Aérea y conlleva una sanción económica.