“Todos dependemos y tenemos datos en la red” señala Ángel Bahamontes, presidente de la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos (ANTPJI), para luego añadir que “las nuevas tecnologías han mejorado nuestro nivel de vida tanto en lo profesional, como en lo personal, pero como en todas las cosas hay gente buena y gente mala”.
En este caso hablamos de “auténticos depredadores”, personas que desde una habitación ubicada en cualquier lugar del mundo y sin identidad aparente pueden tumbar entidades bancarias con un simple virus. “No hace falta ya atacar físicamente nada, un chico de 14 años con una tablet puede vulnerar los sistemas de seguridad de una empresa, un banco, un hotel o un comercio”, afirma el perito judicial.
Es consciente de que nadie puede dar cifras de las cantidades que han llegado a manejar los conocidos como ciberdelincuentes, sin embargo, tiene claro que el negocio de los piratas informáticos ha desbancado al tráfico de armas y a la trata de blancas. “La realidad es que no se escapa nadie”, apostilla.
Bahamontes impartirá este miércoles y el jueves una ponencia en las I Jornadas Profesionales de Ciberdelitos en el Sector Turístico de Canarias, organizadas por el Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Sostenible (TIDES), que se celebrarán en la Casa Condal de Telde y el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Un encuentro destinado a la difusión de la seguridad y la ciberdefensa para todos los agentes implicados en el sector y colectivos relacionados con el mismo.
Además, la Asociación preparará a un grupo de expertos para dar respuesta en el Archipiélago a las empresas y usuarios que sean víctimas de este tipo de delitos, ya que la tónica habitual seguida por las personas que sufren estas situaciones es, hasta la fecha, ocultar lo ocurrido. Bahamontes lo compara con las almorranas, “no se denuncia, porque muchas veces no se sabe a dónde acudir y se sufre en silencio, pero hay casos muy dantescos y escenarios cada vez peores, no solo en el mundo empresarial, sino relacionados con la violencia de género y con menores”.
El colectivo se ha reunido durante este martes con representantes del Colegio de Psicólogos y del de Abogados en las Islas para establecer convenios de colaboración que palíen situaciones que pasan del plano económico a otro tan sensible como el de la violencia de género. En este tipo de casos, explica Bahamontes, se hace necesaria la colaboración de peritos informáticos que evidencien el acoso en la red que puede llegar a sufrir una mujer que ha dejado a su pareja y a la que solo se le ha cambiado la cerradura.
La vida social de una persona no puede desligarse, en la mayoría de los casos, de la red y sin embargo el presidente de la ANTPJI afirma que los internautas “no cuidamos nuestro patrimonio digital, no llevamos teléfonos, llevamos balizas, vamos informando a los delincuentes de dónde estamos, dejando demasiadas facilidades”.
La falta de concienciación de una sociedad que va dejando constantemente pistas de sus movimientos, unido a un limbo jurídico que sigue unos protocolos estipulados hace trece años, agrava el hecho de que “nos enfrentamos a un señor que está en bata, desde la habitación de su casa, y que cada 10 minutos da a un botón y lanza 10.000 ataques”.
Para Bahamontes, resulta patético que existan 87 millones de teléfonos que usan un sistema operativo Android y no haya ningún centro oficial que asesore a la gente en caso de que les suceda algo con la información que guardan en el móvil, eso incluye las claves del banco, la dirección de su casa, fotos privadas o de la familia. “Cuando has sufrido el robo de identidad o te han quitado el dinero, te preocupas”, puntualiza.
Un territorio “muy goloso”
Para los piratas informáticos el sector turístico canario resulta “muy goloso” y según el perito judicial de Telecomunicaciones e Informática Forense y delegado en Canarias de la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales, Rodrigo Melián, varios complejos hoteleros han sufrido pérdidas por este tipo de actividades.
Melián asegura que en ocasiones las empresas no se dan cuenta de que han sido víctimas de un ciberataque y señala que la mayoría no llega a denunciar por desconocimiento. Sin embargo, recuerda algunos casos que han tenido repercusión mediática en el Archipiélago como el caso timesharing que se dio en Tenerife por suplantación de identidad, robo y estafa.
“Ahora es cuando la gente se está atreviendo a hablar” dice Melián, quien señala que dentro de un año se podría contar con estadísticas hasta la fecha inexistentes en este ámbito. Los tipos de casos varían desde robos de listas de clientes, hasta el denominado phishing, que es la suplantación de una página Web para que los usuarios se equivoquen y proporcionen al delincuente sus datos personales.
El delegado canario también estará presente en las Jornadas que cuentan con la colaboración de las empresas tecnológicas RODMA Solutions y Let’s Talk Management (LTM), además del apoyo del Cabildo de Gran Canaria, la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Telde, el Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones de Canarias y la propia ANTPJI.