Con el lema No tener hogar significa mucho más que estar sin techo, Cáritas en Fuerteventura celebra el día internacional dedicado a los sin techo, reclamando un albergue y que se faciliten los trámites para acceder a las ayudas de subsidio.
En Fuerteventura, es esta organización dependiente de la Iglesia Católica, quien centraliza las ayudas de comida, e higiene a aquellas personas que duermen en las calles, con la colaboración económica puntual del Cabildo insular y los ayuntamientos, que delegan esta labor social a través de convenios.
Hasta el momento la administración pública no ha puesto fecha ni emplazamiento a la construcción de un albergue que cubra una de las primeras necesidades básicas que es dormir bajo techo, al calor de un refugio digno. Tan sólo en Puerto del Rosario, se calcula que sean unas 50 las personas que duermen en la calle.
Durante este fin de semana, y con el apoyo de Cáritas, los 'sin techo' mostrarán su realidad en murales y dibujos expuestos en las calles de Puerto del Rosario, Morro Jable, y Corralejo, con la finalidad de ser visibles ante una sociedad y una administración que les relega a las zonas mas discretas de la ciudad, según usuarios habituales de los centros asistenciales.
Cáritas llama la atención sobre el incremento gradual en la demanda de comedores sociales. “Con o sin crisis cada año encontramos nuevas personas solicitando ayuda, durante el 2008 hemos atendido a 247 personas, de las que 133 venían por primera vez”, informa Fabiola Santana, trabajadora social en Cáritas de Fuerteventura. A estas cifras se suman las 495 familias en la Isla asistidas con alimentos o ropa en lo que va de año.
“Hay más gente de la que viene a Cáritas, porque muchas personas no admiten la caridad”, aclara Guillermo Tejerina, que vive en la calle y agradece la comida, la ducha y la ropa limpia que se le ofrece en este centro. “Los bancos y plazas son las salas de estar de nuestras ciudades inhóspitas”, y añade Tejerina, “hay un mundo en la calle que no vemos desde nuestros cerrados coches que pasan tan deprisa”.
Otra de las demandas que se reclama en el Día internacional de los sin techo es la simplificación de los numerosos y complicados trámites administrativos que se obliga a cumplimentar para acceder a las ayudas de subsidio destinadas a estas personas.
El perfil de un sin techo es varón, entre los 30 y 40 años, con una esperanza de vida 20 años menor de la media general, y proclives a sufrir enfermedades físicas por falta de higiene, y mentales por depresiones o soledad.