“El sistema universitario español aún no está completamente conectado en la práctica con las regiones y el entorno productivo, y es necesaria una planificación regional que apoye los incentivos políticos o financieros para que las universidades promuevan el desarrollo económico y social”, agrega.
El informe de la OCDE: La educación superior y las regiones: globalmente competitivos, localmente comprometidos, fue presentado este miércoles en Valencia dentro de un seminario sobre educación superior y desarrollo regional.
El estudio, que analiza la situación de regiones de trece comunidades autónomas -entre ellas Canarias y la Valencia-, concluye que las universidades pueden tener un papel mucho más importante que el que desempeñan en la actualidad en el desarrollo económico regional y que ese potencial está muy lejos del nivel óptimo.
El estudio fue presentado en rueda de prensa antes del comienzo de la Conferencia Internacional sobre la Educación Superior y las Regiones que organiza la OCDE, que inauguró la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera.
Para superar las barreras al crecimiento de los vínculos entre universidad y empresa, sugiere que se den incentivos y mayor autonomía a las universidades para establecer contactos con las pymes, y que los gobiernos apoyen las relaciones entre la universidad y la empresa incluso a través de reglamentos, tasas o exenciones.
Además, Cabrera señaló que deberían potenciar que las universidades no sean solo transmisoras del conocimiento y que empiecen a ser “más empresarias”.
La ministra, que participó en la presentación del informe, destacó que una mayor vinculación de las universidades con su entorno y su apertura al exterior son algunos de los objetivos del Gobierno.
Para ello, se han puesto en marcha varios proyectos, como el programa Cénit y el recientemente aprobado sexto Plan Nacional de I+D+i 2008-2011, que establece una línea instrumental de utilización del conocimiento y su transferencia desde los organismos públicos de investigación hacia el fomento de nuevas empresas.
El plan impulsa los parques tecnológicos como lugar de encuentro de las universidades y las empresas y recoge un mapa de infraestructuras científico-tecnológicas, según indicó Cabrera.