Un informe revela que sólo 19 países obligan a las tabaqueras a poner imágenes disuasorias y 31 prohíben fumar en lugares públicos
LONDRES, 8 (Reuters/EP)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a las autoridades sanitarias nacionales que impulsen leyes o iniciativas para conseguir que la gente empiece a fumar y los que ya lo hacen dejen el tabaco, asegurando que hay países que “no están haciendo lo suficiente” para combatir el tabaquismo.
Así lo aseguran en su último informe sobre la epidemia mundial del tabaco, en el que este organismo de Naciones Unidas recuerda que actualmente sólo hay 31 países con leyes que prohíben fumar en determinados lugares y establecen espacios libres de humo y, aún menos, tan sólo 19, los que han obligado a las tabaqueras a incluir en sus cajetillas imágenes disuasorias del tabaco.
Ambas medidas, según la OMS, han demostrado ser eficaces para impulsar la deshabituación tabáquica y, al mismo tiempo, impedir que haya nuevos fumadores que caigan en esta adicción.
Sin embargo, lamenta Ala Alwan, un experto de la OMS sobre enfermedades no transmisibles y salud mental, “aunque cada vez hay más personas advertidas sobre los peligros del tabaco, la mayoría de países no están haciendo nada o, al menos, no lo suficiente”.
En concreto, el informe revela que actualmente hay más de 739 millones de personas de 31 países cubiertos por leyes que establecen espacios libres de humo, más del doble que en 2009.
En este sentido, recuerdan que España, además de Burkina Faso, Nauru, Pakistán, Perú y Tailandia han sido los últimos países en prohibir fumar en espacios públicos cerrados y lugares de trabajo.
Además, un total de 12 países más han aumentado los impuestos del tabaco a más de 75 por ciento del precio de venta, siendo actualmente 27, mientras que Chad, Colombia y Siria ya han prohibido la publicidad, promoción y patrocinio de estos productos.
En lo que respecta a las imágenes disuasorias en los paquetes de tabaco, México, Perú y Estados Unidos fueron los últimos países en obligar a las tabaqueras a incluir advertencias gráficas más grandes y más información en las cajetillas.
La preocupación de la OMS por la falta de implantación de éstas y otras medidas obedece a que, según recuerdan, el tabaco matará a cerca de seis millones de personas este año, incluyendo más de 600.000 no fumadores que se mueren por culpa del tabaquismo pasivo.
Además, las perspectivas de futuro son aún más preocupantes ya que, según prevén, el tabaco podría matar a ocho millones de personas al año en 2030.
Más de mil millones de personas en todo el mundo son fumadores y un 80 por ciento de ellos viven en las regiones más pobres. De hecho, hay expertos que acusan a las tabacaleras de sacar provecho de los cambios sociales en los países pobres y se centran en fumadores potenciales como las mujeres, sugiriendo que el tabaco es “como un símbolo de la emancipación o la mayor prosperidad económica”.