La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Once años de prisión para el 'homicida de Arinaga'

El Tribunal que juzgó a Carmelo López, conocido como el homicida de Arinaga, ha hecho pública la sentencia en la que se le condena a once años de prisión y diez de alejamiento del entorno familiar del fallecido, Manuel Herrera Araña, al considerar probada la comisión de un delito de homicidio. Asimismo, se le condena a las penas accesorias de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y la de prohibición de residir en el mismo municipio que la madre y hermanas de Manuel Herrera Araña, así como de comunicarse y aproximarse a ellas por un tiempo de diez años superior a la pena de prisión impuesta.

A esta se suma la obligación de indemnizar en concepto de responsabilidad civil a la madre de Manuel Herrera Araña, con 150.000 euros, y al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular. Contra esta sentencia cabe interponer recurso de apelación en el plazo de diez días desde su notificación para ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

El Tribunal y el Jurado consideran probado que el acusado Juan Carmelo López Rodríguez, mayor de edad y con antecedentes penales, a una hora no determinada de la madrugada del día 10 de noviembre de 2007, se dirigió a la Urbanización La Paz, perteneciente al Polígono de Arinaga, en el término municipal de Agüimes, en Gran Canaria, y una vez allí, tras encontrarse con Manuel Herrera Araña, a quien el acusado conocía por ser vecino de la zona, comenzó una discusión con el mismo.

En el curso de la discusión el acusado propinó al ahora fallecido diversos golpes y puñetazos en la cara, dejándolo en el lugar. Después de ello se fue hasta la vivienda de un conocido para que éste le ayudara a ir en coche hasta su casa y, una vez que ambos hubieron bajado, el acusado le propinó a Manuel Herrera Araña varios golpes y patadas llegando, en una última instancia a estampar su cabeza contra el pavimento al tiempo que le decía gritando: “A mi se me respeta”.

Estas agresiones, causaron un hematoma subrfural con herniación y comprensión de centros vitales a Manuel Herrera Araña, que falleció posteriormente fruto del traumatismo craneoencefálico agudo.