MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de la Sapienza, en Roma (Italia), quieren dar una llamada de atención a los directores de cine después de realizar un estudio con el que han comprobado que la imagen del cáncer que se muestra en la mayoría de las películas está “muy alejada de la realidad”, presentándose como una “sentencia de muerte” y dejando de lado las probabilidades que tiene un paciente de sobrevivir a la enfermedad.
Así se desprende de los resultados presentados con motivo del Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en sus siglas en inglés) que se celebrará esta semana en Viena (Austria).
El estudio, dirigido por el investigador Luciano de Fiore, consistió en analizar 82 películas en las que uno de los protagonistas padecía cáncer. En ocasiones la trama abordaba los factores ambientales que dan origen a la enfermedad, como en 'Erin Brockovich' o 'Michael Clayton', mientras que otras reflejaban el coste económico de los tratamientos, como en 'Legítima Defensa' o el manejo de los síntomas, como 'Amar la Vida' o 'Elegir un amor'.
El doctor De Fiore encontró que en todas o casi todas las películas el personaje principal con cáncer acababa falleciendo. Y esto, según ha reconocido a la BBC, se aleja de la realidad y de los avances que se han logrado en el manejo y tratamiento de cáncer.
“Muy a menudo la persona enferma no logra superar la enfermedad y su muerte puede ser incluso apropiada para el desenlace de la trama”, explica este experto, que sin embargo lamenta que “este patrón esté tan fuertemente estandarizado que persiste a pesar del progreso real que se ha logrado en los tratamientos”.
Además, también han constatado que, además de esta excesiva mortalidad, los cineastas no suele centrarse en los tumores más frecuentes.
“Aunque el cáncer de mama tiene un impacto muy alto en las mujeres, rara vez se representa. En lugar de ello, predominan en las películas formas relativamente raras de cáncer como la leucemia, los linfomas y tumores cerebrales”, ha explicado.
Por ello, y aunque admite que el cáncer no es un asunto que pueda representarse con facilidad, anima a los cineastas a “hacer un esfuerzo por acercarse más a la realidad”.
De hecho, los científicos afirman que el cine podría ser un instrumento muy valioso para concienciar a la población sobre la enfermedad y sobre los nuevos tratamientos que están ahora disponibles.