Las ONG que luchan contra el ébola en África apoyan que Canarias sirva de puente aéreo
Las principales ONG humanitarias que trabajan en los países donde está declarada la epidemia de ébola apoyan la idea de la ONU de abrir un puente aéreo hacia esos lugares desde Canarias o desde otro punto de Europa que permita que fluya la ayuda, porque cada vez les cuesta más llegar.
La ONU ha solicitado formalmente al Gobierno español que le permita utilizar el aeropuerto de Gran Canaria -su zona civil o la base militar- para establecer un puente aéreo con África Occidental que facilite el movimiento de personal sanitario y de emergencias hacia Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry.
La petición se ha conocido tras el contagio de una de las auxiliares de enfermería que atendieron en Madrid al segundo religioso repatriado desde Liberia y se ha topado con las reticencias de quienes temen que España asuma riesgos en este campo o que la decisión dañe la imagen turística de Canarias.
Cruz Roja, Médicos sin Fronteras y Médicos del Mundo han expresado a Efe su apoyo a la propuesta, con independencia de cuál sea el lugar elegido para ese puente aéreo con África Occidental.
“Estamos teniendo problemas nosotros, y también otras organizaciones, con la disponibilidad de vuelos a los países afectados, tanto para personal, como para carga, porque se han reducido mucho las compañías comerciales que trabajan en la zona”, señala María Alcázar, directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española, cuyo personal se centra sobre todo en Sierra Leona.
¿Por qué la ONU se ha fijado en Gran Canaria? La primera respuesta es geográfica, por su posición entre Europa y África, y la segunda, logística, por el peso que la isla tiene ya en este campo.
Centro logístico
Gran Canaria no sólo posee uno de los principales puertos del Atlántico medio, sino que alberga el centro logístico de Cruz Roja Internacional para emergencias en África y la base del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU para atender catástrofes humanitarias, que ya ha recibido el encargo de alimentar a 1,2 millones de personas en Sierra Leona, Libera y Guinea Conakry.
“Nosotros apoyamos a la red sanitaria desplegada en esos países proporcionando alimentos y ayudamos a la OMS en la construcción de centros de tratamiento y en el transporte de medicamentos”, explica el responsable del PMA en Las Palmas, Pablo Yuste.
Este funcionario de Naciones Unidas recalca que cada vez resulta más difícil enviar ayuda a los países afectados, no solo por avión (vía Casablanca o Dakar), sino incluso por mar, porque hay puertos que niegan la entrada a barcos que procedan de Sierra Leona, Liberia o Guinea Conakry, o que les obligan a pasar una cuarentena de 21 días, lo que hace que los armadores rechacen los encargos de la ONU.
El Gobierno español todavía no ha dado una respuesta a la petición y tampoco lo ha hecho de forma clara el Ejecutivo canario: por un lado, su consejera de Sanidad, Brígida Mendoza (CC), ha rehusado pronunciarse hasta conocer los detalles y, por otro, su vicepresidente, José Miguel Pérez (PSOE), ha defendido que España debe aceptar la propuesta de la ONU.
Para Médicos sin Fronteras (MSF), una de las organizaciones que lidera la respuesta sobre el terreno, el asunto está claro: España tiene una posición geográfica estratégica para liderar el despliegue de ayuda en el oeste de África.
“Lo que hace falta sobre el terreno ahora es un despliegue masivo de medios humanos y materiales para atajar la epidemia. Desde esa premisa, animamos al Gobierno a valorar la oportunidad histórica que se presenta para asumir el liderazgo europeo en la lucha contra esta epidemia global”, ha señalado a Efe un portavoz de MSF en España.
Cruz Roja coincide y da su apoyo “a cualquier iniciativa que pueda tomarse”, pero matiza que la decisión debe implicar “un esfuerzo internacional, europeo”, tanto si se elige Canarias como base para enviar ayuda, como si se recurre a otro lugar.
En Canarias ya han surgido algunas voces, incluso con representación en el Parlamento autonómico, que reclaman el cierre de fronteras con los países afectados, por temor al contagio.
Desde Médicos del Mundo, que se adhiere a la petición de la ONU, su presidenta en Canarias, Pino González, responde que ese miedo resulta infundado. Esta enfermera estuvo dos meses en Kabala (Sierra Leona) ayudando a frenar el ébola y subraya que, cuando regresó, tuvo que pasar 18 controles de temperatura y 15 de lavado de manos antes de aterrizar en Madrid en un vuelo con escala en Casablanca.
“El problema real es la epidemia que está sucediendo ahora mismo en África Occidental y que ya tiene carácter internacional. Hay que hacer todo lo posible para tratarlo allí. Si el puente aéreo se pone en marcha, seguro que se establecerán todos los controles para el regreso del personal que trabaja allí”, defiende González.
Sobre este detalle, el delegado del PMA en Las Palmas llama la atención sobre el hecho de que en España no existe restricción alguna a los vuelos procedentes de África y que hay personal que va y viene de allí a Madrid en vuelos con escala en Marruecos o Senegal.
Para esos vuelos no hay controles en los aeropuertos, continúa Pablo Yuste, mientras que el personal que se desplaza en los vuelos de la ONU lo hace con certificado médico, pasa filtros de temperatura y utiliza aviones que son desinfectados en cada viaje.
“Es más de lo que establece el protocolo de la Organización Mundial de la Salud para vuelos comerciales”, recalca.