La doble odisea de los opositores canarios: examen más caro y mudarse a miles de kilómetros de la familia por una plaza
“Tengo los dedos cruzados para que me toque Canarias como destino”. Es la frase más repetida entre quienes se han presentado en los últimos meses en las Islas a unas oposiciones del Estado y que ahora, tras conocer su aprobado, esperan por la plaza. Las probabilidades de salir fuera de la tierra y dejar atrás a la familia son muy altas, teniendo en cuenta que las plazas no son territorializadas. No se conoce con antelación cuál será la oferta por provincias, una de las principales reivindicaciones de muchos de los aspirantes ya que se arriesgan a presentarse al examen y que no salgan tantos puestos para el Archipiélago. La angustia para muchos es que, a diferencia de los opositores peninsulares, las Islas se encuentran a miles de kilómetros de distancia del resto del territorio español, por lo que es aún más difícil la conciliación familiar y los precios de los billetes de avión siguen siendo elevados.
Chicho Mayoral, director de la academia Kuma, que prepara a opositores, está recibiendo en las últimas semanas llamadas de incertidumbre por parte de sus alumnos. Explica que una de sus reivindicaciones ha sido que, en primer lugar, el examen pueda realizarse en la comunidad autónoma, sin el estrés y el sobrecoste que supone desplazarse a Madrid para un día de examen. Este contratiempo, de hecho, ya provocó situaciones injustas el pasado mes de febrero con mujeres que acaban de ser madres y se les obligaba a desplazarse para una prueba de solo media hora de duración. A ello se le sumaba que la fecha del examen tampoco se conoce con tiempo, lo que dificulta las posibilidades de desplazarse y aumenta los costes.
Hubo opositores que se vieron obligados entonces a pedir un crédito o la ayuda de familiares, ya que muchos de ellos se encuentran desempleados y utilizando este tiempo para opositar, por lo que el esfuerzo económico es aún mayor. Otro de de los reclamos de Mayoral es que las plazas sean territorializadas y que al menos se tengan en cuenta casos como el de aquellas madres que se ven obligadas a dejar atrás a sus menores. Un cambio en este modelo cree que facilitaría la estabilización de plantillas ya que los canarios al llevar un año destinados en la Península suelen pedir traslado a las Islas, que es cuando está permitido.
Este es el caso de Esther, una mujer que consiguió el año pasado plaza en Madrid. Según ha explicado tiene dos hijos y un marido que padece diabetes, por lo que le gustaría tener una plaza cerca de su casa para poder ayudarles en el día a día y estar con ellos. Todos los fines de semana que puede vuela al Archipiélago con la angustia de tener que regresar el domingo. Ahora, por el estado de alarma, se encuentra teletrabajando en su casa pero no ve la hora en la que la trasladen a Canarias. Señala que, debido a la situación derivada de la pandemia, se ha paralizado el proceso, pero que tras su reincorporación presencial solicitará el cambio de destino.
“En mi caso, tengo un hijo y no quiero separarme de él”, explica un opositor, que aguarda a que se convoque la elección de plaza. Afirma que, dependiendo de las condiciones de cada persona, pero a la hora de elegir destino sería ideal que se tuviera en cuenta la conciliación familiar y las dificultades de los canarios para desplazarse. Además, sostiene que el salario que cobrarán tanto auxiliares como administrativos no es muy elevado como para asumir el coste de un alquiler en ciudades como Madrid. El opositor también cree que el hecho de que, por ser región ultraperiférica, los funcionarios públicos cobren una indemnización por residencia (que se cobra tanto si eres canario como peninsular) podría ser un atractivo para trasladarse al Archipiélago, aunque por lo general quienes tienen familia prefieren quedarse cerca de su provincia.
Un examen con contratiempos
Los canarios que se presentaron a las últimas oposiciones estatales de administrativos o auxiliares administrativos y funcionarios de prisiones coincidieron hace unos meses en la celebración de los exámenes en Madrid. Aquel 23 de febrero había distintas pruebas convocadas y coincidió con un cierre del espacio del aéreo en las Islas debido a un fuerte episodio de calima que hacía imposible la visibilidad. Una parte de los aspirantes, como los de la academia de Chicho Mayoral, se habían desplazado un día antes y no tuvieron problemas con la asistencia al examen, pero sí con la vuelta a Canarias, al tener que esperar varias horas para regresar. Sin embargo, sí hubo otros isleños que se quedaron tirados en el aeropuerto aquel sábado y que no pudieron presentarse a tiempo al examen.
Durante unas horas hubo mucha incertidumbre hasta que el Ministerio de Función Pública accedió a que los opositores pudieran presentarse en otra fecha, una decisión que suscitó quejas entre otro grupo de aspirantes a estas plazas, por considerarlo “injusto”. Y es que, la Comisión Permanente de Selección solo contemplaba posponer la fecha del examen en caso de acreditar que la persona está viviendo una situación de “embarazo de riesgo o parto”. Este incidente volvía a poner de manifiesto los problemas de movilidad que existen en Canarias y este sistema que obliga a los canarios a tener que desplazarse a la capital con los adelantos tecnológicos que existen en la actualidad.
Los 47 aprobados de la academia Kuma, aguardan ahora con mucha inquietud su futuro, explica el director. Una de las opositoras acudió a hacer el exámen al poco de dar a luz, separándose de su bebé lactante, y contaba hace unos meses a este medio que no concebía el hecho de trasladarse a otra comunidad autónoma. No obstante, para facilitar la elección de destino de estas personas y calmar los ánimos, en las próximas semanas se impartirá en la sede de Las Palmas de Gran Canaria una conferencia por una funcionaria que ha aprobado hasta cuatro oposiciones y que dará las claves sobre lo que supone pertenecer a la función pública y cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada destino.
El director de esta academia cuenta que estos meses han sido de muchos cambios, también para este centro. En las primeras semanas de confinamiento cesó la actividad pero al poco tiempo los profesores reconvirtieron todo el material en digital para dar clases telemáticas. A partir de esta semana el centro vuelve a abrir al alumnado de forma presencial, pero tomando medidas muy estrictas de higiene, la adecuada señalización del centro para mantener en todo momento la distancia de seguridad y la disminución de la ratio por aula que conllevará a que haya distintos turnos y unas mesas mucho más separadas de lo habitual.
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