El Papa Benedicto XVI reafirmó este miércoles la idea de que la ciencia no debe ser “autosuficiente” sino abierta a la fe, ya que para comprender la realidad son necesarias “la inteligencia y la fe, la ciencia y la revelación”.
El Pontífice hizo estas declaraciones con ocasión del rezo del Ángelus, que tuvo lugar después de la celebración de la Misa de la Epifanía, con la que cada 6 de enero, la Iglesia celebra la adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús.
Según el Papa, la fe y la ciencia fueron “las dos luces que guiaron el camino de los Magos”, que además de ser “sabios”, estaban abiertos al misterio de Dios, y esto, gracias a su actitud humilde y a su capacidad para escuchar. Así, se convirtieron en “modelo” para los “auténticos buscadores de la verdad” de todos los tiempos, aseguró.
“Podrían haber quedado decepcionados, es más, escandalizados”, al ver el pobre pesebre donde había nacido Jesús. “En cambio, como verdaderos sabios, están abiertos al misterio que se manifiesta de ese modo sorprendente”.
El Pontífice también aprovechó la ocasión para felicitar la Navidad a los “hermanos y hermanas de las Iglesias orientales, que celebrarán mañana [este jueves] la santa Navidad”, día 7 de enero, en lugar del 25 de diciembre, tal y como hacen los demás cristianos.