MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decretó hoy el ingreso en prisión del presunto pirata somalí 'Abdu Willy', detenido el pasado 4 de octubre tras el secuestro del pesquero 'Alakrana', por los mismos delitos que les imputó el pasado 13 de octubre el magistrado Baltasar Garzón: 36 delitos de detención ilegal, asociación ilícita y robo con violencia y uso de armas.
El presunto corsario volverá de esta forma el módulo de jóvenes de la prisión de Alcalá-Meco (Madrid) después de acudir a una comparecencia ante el juez Santiago Pedraz en la que el fiscal Jesús Alonso reclamó su regreso incondicional a la cárcel, de la que salió el pasado 20 de octubre, informaron ayer fuentes jurídicas.
En la vistilla, solicitada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional al amparo del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECRIM), el abogado de oficio de 'Abdu Willy', Vidal Palomar, reclamó la puesta en libertad de su cliente. La comparecencia, que apenas duró unos minutos, se retrasó una hora y media por la ausencia de un traductor de somalí.
INSTRUCCIÓN DE PEDRAZ
Pedraz ha vuelto a asumir la causa, de la que trató de inhibirse dos veces argumentando que el imputado era menor de edad, después de que el pasado lunes el Pleno de la Sala de lo Penal determinara su competencia argumentando que las últimas pruebas médicas concluyen de forma “precisa y unívoca” que tiene más de 18 años.
El máximo órgano de decisión de la Sala de lo Penal, órgano jerárquicamente superior a los dos instructores, resolvió de esta forma la cuestión de competencia negativa planteada por el juez De Castro, y concluyó que Pedraz es quien debe investigar al presunto corsario por un delito de asociación ilícita y 36 secuestros.
La mayoría de edad de 'Abdu Willy' se pudo determinar a partir de un informe elaborado por la forense adscrita a la Sala de lo Penal que concluye de forma “precisa y unívoca” que tanto la última radiografía de clavícula practicada al presunto corsario como las anteriores pruebas médicas ponen de manifiesto que “es mayor de 18 años”.
Según este informe, las últimas pruebas médicas (una radiografía y una tomografía computarizada de las clavículas) evidencian que el sujeto analizado presenta “una osificación completa” correspondiente a un estadío de grado 4 en las tablas de Schmeling, lo que equivale a que tendría una edad mínima de entre 19,7 y 21,2 años.
Además, la forense destaca que la exploración física del presunto corsario demostraba que “ha alcanzado la talla y el peso correspondientes a la edad adulta” y no presenta “enfermedades del crecimiento”, mientras que el análisis de sus muñecas y dientes ponen de manifiesto que se trata de “una persona mayor de 17-18 años”.
DE LA CÁRCEL AL CENTRO DE MENORES
El somalí ingresó el 13 de octubre en la cárcel de Alcalá-Meco (Madrid) por orden de Baltasar Garzón, quien sustituía a Pedraz durante un permiso. Su salida de la prisión se produjo el pasado 20 de octubre después de que Pedraz le dejara en libertad al considerar que era menor de edad.
Entonces asumió la causa la Fiscalía de Menores y el juez De Castro, que le ingresaron en un centro de protección de menores. Al día siguiente, este magistrado se inhibió de la causa a la luz de un informe encargado por la Fiscalía que concluía que era mayor de edad, y ordenó el trasladó del menor a un centro de régimen cerrado, donde permaneció desde ese momento.
La inhibición de De Castro fue rechazada por Pedraz el 23 de octubre por considerar que no existía la “seguridad plena” de que fuera mayor de edad. La Fiscalía recurrió su auto al considerar que no se basaba “en datos concretos y fiables, contrastados científicamente, sino en meras especulaciones doctrinales”, mientras que De Castro planteó a la Sala de lo Penal un conflicto de competencias que ha puesto punto final a la disputa.