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“El calentamiento global en Canarias es ya una realidad”

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El profesor del Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de Universidad de La Laguna (ULL) Pedro Dorta ha afirmado este jueves que “el calentamiento global es una realidad en Canarias”, hecho contrastado científicamente por varias publicaciones especializadas.

El profesor que dirige el curso “Resiliencia, riesgos y cambio climático. Canarias y los espacios insulares como destino turístico”, en el marco de la Universidad de Verano de Adeje, señaló que en el Archipiélago su efecto principal es el aumento de las temperaturas, sobre todo el de las mínimas, lo cual se refleja especialmente en las noches.

Según el experto, hay algo más de incertidumbre a la hora de abordar las precipitaciones, pero dice que hay razones para creer que están disminuyendo.

En este sentido, explica que hay alguna publicación que destaca que hay un aumento de la concentración de la precipitación, “lo que significa que llueve de manera más intensa en periodos de tiempo más cortos, y eso es un peligro muy importante”.

Tenemos ejemplos recientes, como Telde hace unos meses o Santa Cruz de Tenerife en octubre de 2014 y en marzo de 2002“, aseveró.

Canarias es un ejemplo de estudio para otras muchas islas de pequeño y mediano tamaño del planeta, la mayoría de las cuales se dedican principalmente al turismo como las Maldivas, isla Mauricio, las Seychelles, Bali, Lombok, Aruba, Cuba o República Dominicana.

Por tanto, el calentamiento global puede incidir en el sector turístico y en los flujos turísticos, sobre todo amenazas por la falta de disponibilidad de agua, el aumento de fenómenos meteorológicos extremos o, en el caso de las costas mediterráneas, el incremento de las temperaturas en verano.

Para intentar paliar estos impactos adversos entra en juego el concepto de “resiliencia”, entendido como la capacidad de recuperarse después de un impacto, aprendiendo de él y saliendo fortalecidos.

“No es algo que se genere de hoy para mañana, es un trabajo continuo. Tratamos de reducir el riesgo de que algún evento negativo se produzca, porque normalmente en la mayor parte de los países desarrollados se actúa una vez se ha producido el desastre, es decir, se da preferencia a la protección civil”, subraya el profesor.