Piden 29 años de cárcel para el francotirador de La Feria
El hombre acusado de asesinar a una mujer de 61 años de edad de un disparo en la cabeza, mientras ella caminaba por una calle de la zona de El Pilar, en Las Palmas de Gran Canaria, además de que intentó asesinar a otros dos hombres, confesó al policía nacional que le detuvo que el barrio le hizo “brujería”.
Tras ser arrestado y trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Canarias después de lo ocurrido el día 5 de marzo de 2009, “me dijo: ”El barrio del Pilar me ha hecho brujería, me ha hecho el mal, salí a la calle, la señora me miró mal y le disparé“”, añadió el agente durante el juicio celebrado este martes en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas contra J.A.S.M. -mayor de edad y sin antecedentes penales-, que reconoció todos los hechos.
De este modo, la Fiscalía rebajó de 30 a 29 años y cuatro meses la pena que solicitó para el acusado por un delito consumado de asesinato, dos presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa, una falta de lesiones y otra de daños. Tanto la acusación particular que representó a la familia de la fallecida como la defensa del procesado se adhirieron a la petición de la representante del Ministerio Público.
Durante el juicio, que quedó visto para sentencia, J.A.S.M. admitió los hechos. Así, reconoció que sobre las 17.30 horas del pasado 5 de marzo salió de su domicilio situado en la calle Virgen del Pilar portando una carabina de su propiedad marca Savage, modelo Mark II, del calibre 22 long rifle y para la que tenía el correspondiente permiso de armas.
J.A.S.M. se encontró en la calle con un hombre que estaba abriendo el maletero de su vehículo, se dirigió a él y, de forma sorpresiva, le encañonó con el arma a unos diez metros de distancia “con el ánimo de quitarle la vida”. Si bien el varón reaccionó rápidamente y se escondió entre los vehículos estacionados en la calle, logrando cruzar la vía y llamar a la policía, al tiempo que el acusado disparaba su arma.
Mientras paseaba con su esposo
A continuación, el procesado apuntó con el arma a una mujer, de 61 años de edad, que caminaba al lado de su esposo, y disparó “con ánimo de causarle la muerte”. J.A.S.M. se encontraba a “una distancia aproximada de 30 metros y, sin que la víctima pudiera reaccionar al no percatarse de la acción del acusado, el disparo alcanzó a la mujer en la cabeza, provocándole la muerte sobre las ocho de la mañana del día siguiente en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, a donde había sido trasladada tras el suceso.
Tras disparar a la anciana el acusado se dirigió a otro hombre, que se dirigía a su domicilio y, a una distancia aproximada de 12 metros y sin que él se percatara de su presencia, le disparó con su carabina“ con intención de quitarle la vida, rozando la bala en el pómulo derecho” del vecino, tras lo cual el acusado siguió disparando. La víctima se escondió detrás de los coches estacionados, pero J.A.S.M. comenzó a perseguirle disparando el arma. Asimismo, como consecuencia de los disparos efectuados por el acusado se ocasionaron desperfectos en un vehículo, cuyos daños han sido tasados en 625,13 euros.
“Le cambió la cara y dijo que no había disparado a nadie”
Por su parte, uno de los agentes de la Policía Nacional que persiguió a J.A.S.M. hasta lograr detenerle explicó que durante una conversación en las dependencias policiales, el acusado argumentó: “El barrio del Pilar me ha hecho brujería, me ha hecho el mal, salí a la calle, la señora me miró mal y le disparé”. A continuación, le confesó que tenía las armas en su casa. “En ese momento le cambió la cara, me miró y dijo que él no había disparado a nadie”, apostilló el policía.
El viudo de la mujer fallecida relató muy nervioso que aquel día iba hacia una parada de guaguas, cuando vio a un hombre “dando vueltas alrededor de un coche” y una mujer le llamó para decirle: “Esa señora está tirada en el suelo”, en referencia a su esposa.
“Pensé que era una broma”
Igualmente, uno de los vecinos explicó que estaba abriendo el maletero de su vehículo para coger una mochila cuando vio que J.A.S.M. se dirigió a él con el arma. “Pensé que era una broma, pero después le vi la cara seria y vi la escopeta, me eché a correr, oí un disparo y llamé a la policía”, relató.
Asimismo, otro hombre que resultó herido se encontraba en la calle y se percató de que “algo raro pasaba”. “Miré enfrente y vi a un señor con una escopeta, la estaba cargando y me apuntaba”. “Me eché a correr y me persiguió por la calle, estuvo dando vueltas detrás de mí durante cinco coches hasta que logré esconderme detrás de una furgoneta”, agregó.
A continuación, logró “coger” al acusado, “levantarlo para el aire y quitarle la escopeta”. “Tuve que darle con el arma en los pies, yo no sabía nada de lo que había ocurrido, la gente insistió en que siguiera dándole golpes”, añadió.
Disparó también desde su casa hacia un campo de fútbol
Por otro lado, el acusado reconoció también que sobre el 28 de febrero de 2009 el acusado, desde la ventana de su vivienda, disparó al menos en diez ocasiones con su carabina contra la puerta metálica del campo de fútbol situado frente a su casa, ocasionando desperfectos cuya reparación asciende a 390 euros, según tasación pericial.
La Fiscalía señala que en el momento de los hechos el acusado --en prisión desde el 7 de marzo de 2009-- presentaba “un trastorno esquizoide de la personalidad que alteraba en gran medida sus facultades volitivas e intelectivas”.
Igualmente, apunta que el día 5 de marzo J.A.S.M., antes de los hechos descritos, había ingerido alcohol y, en concreto varias cervezas y whiskys. De hecho, sobre las 21.00 horas del mismo día se le practicó un análisis de sangre, que evidenció la presencia en su organismo de 1,47 gramos de alcohol por litro de sangre. De esta forma, concurre en el acusado la circunstancia atenuante de alteración psíquica, así como la atenuante de embriaguez en el delito de asesinato, lo dos de tentativa de asesinato y falta de lesiones.
No podrá residir en la ciudad durante 10 años
Por todo ello, la Fiscalía modificó en parte su escrito de conclusiones provisionales y solicitó imponerle 7 años y tres meses de prisión por cada uno de los dos delitos de asesinato en grado de tentativa, así como la pena de 14 años y diez meses de cárcel por el asesinato de la mujer. Por la falta de lesiones mantuvo su reclamación de dos meses de multa con una cuota diaria de 30 euros y, por la falta de daños, la pena de 20 días de multa con una cuota diaria de 30 euros.
En concepto de responsabilidad civil, cambió su petición inicial y reclamó que el procesado indemnice a los herederos de la víctima mortal en la cantidad de 180.000 euros para el viudo y 30.000 euros para cada uno de los hijos; así como que pague 625,13 euros para el propietario del vehículo afectado; 300 euros al hombre herido por las lesiones causadas y abone 390 euros al Ayuntamiento de la capital grancanaria por los desperfectos en la instalación deportiva de su propiedad.
Asimismo, la fiscal hizo suya la petición del letrado de la acusación particular, Manuel Alcedo, para imponer al acusado la prohibición de residir en Las Palmas de Gran Canaria durante diez años después del cumplimiento de la pena privativa de libertad.
Por último, el abogado de la defensa, Carlos Navarro, adujo que se adhirió a la pena solicitada por el Ministerio Público al considerarla “ajustada a derecho, dado que se ha tenido en cuenta la circunstancia atenuante de alteración psíquica y de embriaguez, y porque es lo que quería” su cliente. Anunció que estudiará pedir el internamiento de J.A.S.M. en un centro.