Plan de Las Rehoyas: entre la necesaria reposición de viviendas sociales y la polémica por la pérdida de “pulmón verde”
La modificación del plan de Las Rehoyas, que permitirá la construcción de un bloque de 150 viviendas sociales en una parte del actual parque, está generando discrepancias por parte de ecologistas, expertos en urbanismo y vecinos, que reprochan que se trata de una de las pocas zonas verdes con amplitud de las que dispone Las Palmas de Gran canaria y que sirve de pulmón verde ante la masificación de edificios de esta zona de la ciudad.
El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, defiende que con las obras realmente apenas se va a perder zona verde, ya que el nuevo edificio de siete plantas ocupará prácticamente el espacio del aparcamiento y uno de los campos de fútbol. Sin embargo, existe temor a que estos cambios en el parque constituyan un precedente.
La plataforma Canarias por un Territorio Sostenible presentó la semana pasada una serie de alegaciones a la modificación de este plan y pide al Ayuntamiento que desista “por ser contraria a la legislación vigente” e “innecesaria” para la ciudad. El reconocido urbanista Faustino García Márquez recuerda que este espacio ha estado libre de edificación desde la conquista de Canarias y teme que la recalificación de este suelo pueda servir de ejemplo en la ciudad para que se empiecen a utilizar espacios destinados a la convivencia ciudadana como solares de oportunidad.
Mal estado de las viviendas actuales
La motivación de las obras viene alentada por el mal estado en el que se encuentran las viviendas sociales de la zona, construidas durante el franquismo, y que precisan de un plan de reposición, ya que su estado de deterioro es tal que no pueden ser rehabilitadas. El proyecto contempla su derribo y para ello es necesario ir construyendo edificios nuevos donde reubicar a las familias. El Ayuntamiento pretende así sustituir más de 2.500 viviendas actuales por 1.805 nuevos hogares en el barrio mientras otros 671 se construirán en la Feria, junto al Hospital Doctor Negrín y Casablanca III.
Canarias por un Territorio Sostenible, que ha abanderado la lucha contra la Ley del suelo, entiende que es legítimo que el Consistorio quiera evitar el traslado de 146 familias, aunque al mismo tiempo considera que es un interés “limitado” ya que este fin “no puede prevalecer sobre el interés general”. Así mismo, añade que esta construcción no evitará el traslado de otras 617 familias.
Faustino García Márquez subraya que el Parque de Las Rehoyas es posiblemente el mejor de la ciudad, del que disfrutan no solo los vecinos de la zona, sino de otras partes como Triana, que no cuentan con un espacio como este. En el escrito de alegación a este plan, la plataforma destaca precisamente la localización privilegiada de esta zona verde, muy cercana a la parte baja de la ciudad y en medio de “la primera periferia (Schamann, Escaleritas, Miller...), las zonas urbanas con mayor déficit de espacios verdes”. Por ello, insiste en la falta de interés general.
Impacto visual y ambiental
Para el colectivo, situar un edificio de siete plantas y 120 metros de longitud en el borde sur del parque, pegado a la carretera de Mata, empeorará la calidad visual y ambiental de la zona. Además, la reconstrucción del campo de fútbol Antonio Rojas en otra parte del parque “también obliga a reducir la zona ajardinada y a desplazar el parque infantil hacia la carrtera, a la sombra del nuevo edificio, con lo que tendrá peores condiciones de entorno, vistas y seguridad”, reza el escrito. En el mismo sentido, reprocha que las obras afectan a unos cuarenta árboles.
El Ayuntamiento defiende que la zona ocupada por el edificio se compensará con el Parque de La Ballena, modificando las canchas deportivas en ruinas por zonas verdes. No obstante, la plataforma reprocha que esta zona ya tiene ese uso de espacio libre, que además disminuirá al destinar parte de este espacio para una estación de servicio.
La plataforma vecinal Rehoyas-Apriles manifiesta la misma preocupacíón sobre la posibilidad de que merme la calidad ambiental. En sus alegaciones, se muestra en la misma sintonía que Canarias por un Territorio Sostenible y añade que el Ayuntamiento “ha adoptado esta propuesta de forma unilateral” y “no contará con un consenso social amplio”, por lo que advierte de que dicha propuesta puede llevar a que se interponga una demanda judicial por parte de sus detractores.
Estos vecinos señalan que si se judicializa este asunto se podría paralizar el proceso de reposición del resto del barrio. Así mismo, temen que se destine en primer lugar presupuesto al campo de fútbol que se va a trasladar (unas obras que ya han sido anunciadas por el Consistorio) y posteriormente al cambio de lugar del aparcamiento. Mientras, la edificación de las nuevas viviendas seguirá esperando, advierten.
La plataforma subraya que es necesario buscar otras soluciones que pasen por el consenso social. Reconoce que hay buena intención por parte del gobierno municipal y defiende la reposición de las viviendas. No obstante, sostiene que hay alternativas, como ubicar ese nuevo edificio en la conexión directa entre el actual barrio y el Parque de Las Rehoyas o construirlo fuera del barrio.
La modificación del Plan General de Ordenación para iniciar la rehabilitación de Las Rehoyas se aprobó en el pleno del 23 de marzo. Desde entonces, el PP y Ciudadanos también se han mostrado críticos y ambos partidos han presentado alegaciones aclarando que están a favor de la reposición pero sin que se toque el parque.
Otro colectivo de vecinos ha impulsado una página de Facebook, Las Rehoyas en Movimiento, donde defienden la necesidad urgente de la reposición por el mal estado en el que se encuentran actualmente sus casas. Se trata de un canal donde recogen preguntas para el concejal de Urbanismo y donde informan de los distintos avances desde el Ayuntamiento.
Javier Doreste explica que, de momento, prefiere no entrar a valorar las alegaciones que se han realizado sobre la modificación del plan de este barrio. El pasado viernes terminó el período para formularlas y ahora esperará a conocer la valoración de los técnicos. No obstante, isnsite en la necesidad de reponer estas viviendas y en que la solución planteada no implica que se sacrifique zona verde.
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