MADRID, 04 (EUROPA PRESS)
La población inmigrante en situación regular en España continuó creciendo pese a la crisis económica en el último año, cuando se registraron 358.809 nuevas tarjetas de residencia para extranjeros no procedentes de la Unión Europea, un 16,48 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, y la cifra superó los 2,5 millones de personas.
Según datos estadísticos de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración recogidos por Europa Press, a 30 de septiembre de 2009 residían en España 4,7 millones de extranjeros, un 10,3 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior. De ellos, 2,1 habían nacido en algún país de la Europa comunitaria.
Este es el tercer trimestre del año en que se registra un crecimiento en el número de autorizaciones de residencia que expide el Ministerio de Trabajo e Inmigración, pues entre enero y marzo se registraron 21.880 nuevos permisos y, hasta junio, más de 129.800.
Durante el verano se ha mantenido la tendencia, con 90.566 nuevas tarjetas de residencia, de las que 32.109 (un 2,76 por ciento más que en el trimestre anterior) fueron concedidas en el Régimen General, es decir, a inmigrantes procedentes de fuera de la UE.
No obstante, aunque ascendente, el ritmo de crecimiento de la población extranjera está por debajo del registrado en años anteriores. Entre septiembre de 2006 y el mismo mes de 2007 el incremento superó el 33,8 por ciento y, un año después, rondó el catorce por ciento, frente a los diez puntos porcentuales registrados en los últimos doce meses.
DECRECEN OCHO NACIONALIDADES
En términos generales, todas las comunidades extranjeras en España crecieron en el periodo analizado, a excepción de siete nacionalidades que registraron datos negativos, la mayor parte de ellas, de la Europa Comunitaria. En concreto, la comunidad suiza cayó un 3,68%, los búlgaros un 0,21 por ciento, los noruegos son un 1,93% menos y los de Luxemburgo han perdido al 1,93 por ciento de la colonia.
Además, la comunidad serbia cayó un 3,84%; los procedentes de Liberia, un 1,33%; los sudafricanos son un 1,41 por ciento menos y los oriundos de Taiwan se redujeron un 1,18 por ciento, respecto del 30 de septiembre del año pasado.
Aunque no experimentó una reducción, destaca el ritmo de la población rumana, la segunda nacionalidad más numerosa en España, que a 30 de septiembre no había crecido un dos por ciento interanual cuando un año antes se había incrementado por encima del 40%. En total, suman 728.580 nacionales residiendo en España.
LA COMUNIDAD LATINOAMERICANA, LA QUE MÁS CRECE
En cuanto a las comunidades que vieron incrementada su población, el crecimiento más significativo se produjo en las procedentes de la Europa no comunitaria, con un 17,61 por ciento más de habitantes en doce meses. Destaca entre ellas la población moldava, con un 21,8 por ciento más y un total de 15.091 ciudadanos con residencia legal en España.
La siguiente comunidad con más crecimiento ha sido la iberoamericana, que se ha incrementado desde septiembre de 2008 en más del 17 por ciento y cuyos nacionales ascienden ya a 1,4 millones de personas con tarjeta de residencia. Todas las nacionalidades de esta región experimentaron un incremento en este periodo, pero especialmente los paraguayos (un 71,3% más, los bolivianos (63,1%), los hondureños (53%) y los nicaragüenses (45,79%).
Pese a ello, los ecuatorianos continúan siendo la comunidad latinoamericana más numerosa en España, donde viven más de 440.000 personas de esta procedencia, seguida de los colombianos, con 288.255 nacionales, y los peruanos, que ascienden a 143.405 con permiso de residencia.
En términos absolutos, la nacionalidad extranjera más amplia en España sigue siendo un año más la marroquí, con 758.174 ciudadanos y un crecimiento sostenido que ronda el once por ciento. En mayor medida se han incrementado los nacionales de otros países africanos, como los cameruneses (23,2 por ciento más) o los etíopes (un 29,3% más). En total, la población de este continente creció desde el 30 de septiembre de 2008 en un 12,2 por ciento y ya se acerca al millón de personas.
En el marco de la Europa de los 27, durante el periodo analizado se ha producido un incremento del 3,46 por ciento, protagonizado por los oriundos de Letonia y Estonia, cuyas comunidades en España crecieron un 72,9% y un 25,6 por ciento, respectivamente. También se incrementaron los húngaros (16,6%) y los eslovenos (14,2%).