Los cuatro policías locales de Arrecife que presuntamente dieron una paliza a un joven la madrugada del 15 de diciembre de 2005 en la zona de la Rapadura han negado los hechos que les imputan y han asegurado que emplearon la fuerza mínima para reducirlo, ante la oposición que ofreció.
Los policías se enfrentan cada uno a once años de prisión por los delitos de detención ilegal, falsedad de documento oficial y torturas, así como a la inhabilitación absoluta durante 20 años, penas que ha mantenido el fiscal tras la vista oral celebrada contra ellos en la Audiencia de Las Palmas.
Además, el fiscal pide una multa de 6 euros diarios durante dos meses por una falta de lesiones y que se indemnice a la víctima con 280 euros por las heridas causadas, así como con 6.000 euros por la privación de libertad que sufrió y con otros 3.000 euros por estar injustamente imputado en una causa inexistente.
La víctima ha explicado mediante videoconferencia que dos de los policías le tiraron al suelo para detenerle y le dieron patadas, y que antes de introducirle en el coche policial otro le dio un puñetazo en el oído.
Además, ha asegurado que uno de los policías sacó su pistola y le amenazó con meterle “41 casquillos de bala” en el cuerpo.
Así mismo, ha señalado que iba en su motocicleta cuando la Policía le dio el alto, y que es “mentira” que su vehículo no tuviera seguro obligatorio y permiso de conducir, pues ha señalado que sí disponía de permiso para motocicletas de menos de 125 cilindrada.
La víctima también ha dicho que fue conducido por los policías a un centro de salud por las heridas que sufrió y que entonces uno de ello reconoció que tenía razón, pero no podía hacer nada por el porque eran sus compañeros.