La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha criticado que un sacerdote rocíe con agua bendita a los agentes y a las motos que sustituyen a vehículos con más de 15 años de antigüedad, que son catalogadas como históricos, durante el acto de presentación de este martes en el cuartel de La Laguna (Tenerife), al que acudió la delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós.
Con ironía, el colectivo ha expresado a través de un comunicado que “el bendito líquido” les ayudará “no sólo contra los enemigos del alma, mundo, demonio y carne, sino también frente a delincuentes e infractores, tanto creyentes como agnósticos, ateos o ciudadanos que profesen cualquier otro credo”.
Para la AUGC es una muestra más del “apego al más rancio boato” que caracteriza a la Guardia Civil y no se explica que “en pleno siglo XXI” se lleve a cabo un acto propio de los tiempos del NODO (el informativo del franquismo). Además, también han hecho hincapié en que algunos de los agentes que “han recibido esta católica gracia” son “fieles de otra religión”.
En el comunicado defienden que, como institución de seguridad pública que es, la Guardia Civil “debería estar al margen” de cualquier confesión religiosa, “respetando así la diversidad de creencias que existen en la ciudadanía española a la que sirve”.
“La seguridad pública no es una cuestión de fe, sino de medios técnicos y humanos. Porque la delincuencia o la amenaza terrorista no se combaten con peregrinaciones a Lourdes ni con agua bendita, sino con chalecos antibalas individuales, vehículos e instalaciones adecuados, una formación actualizada y coordinación policial. Lo contrario es seguir anclado en los tiempos del blanco y negro”.
La asociación anuncia que va a solicitar “la apertura de un proceso de información reservada” sobre lo ocurrido en Tenerife, “con el fin de depurar las responsabilidades derivadas de esta cuestión”.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, ha señalado que a ella no le genera “urticaria” que un sacerdote bendiga las motos de la Guardia Civil, porque no tiene “ningún problema” con la religión que profesan la mayoría de ciudadanos españoles, “la católica”.
Roldós ha hecho estas declaraciones tras asistir en la Comandancia de la Guardia Civil en Las Palmas a la presentación de las nuevas motos de las unidades de Tráfico de la provincia, que esta vez no han sido rociadas como agua bendita, como sí ocurrió este martes con los vehículos presentados por el cuerpo en Tenerife.
Preguntada por las críticas que la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha hecho al “apego” que la Guardia Civil mantiene “al rancio boato de las bendiciones”, la delegada ha dicho que tiene nada que objetar al rito que se siguió en Tenerife.
“En este caso el destacamento de Tenerife consideró (conveniente) bendecir y no puse ninguna pega para que se bendijera a los guardias civiles que van a tripularlas y a las propias motos”, ha explicado.