La primera vacuna terapéutica española para la tuberculosis llegará al mercado en 2015

Madrid, 10 (EUROPA PRESS)

La primera vacuna terapéutica contra la tuberculosis, diseñada por médicos del Hospital Germans Trias i Pujol, conocido como Can Ruti, de Badalona (Barcelona) y el laboratorio Archivel Farma, llegará al mercado en 2015, tras demostrar este año resultados inmunológicos positivos en 96 pacientes, la mitad seropositivos, en la fase II de la investigación.

Según ha explicado este sábado a Europa Press el descubridor de la vacuna, Pere-Joan Cardona, médico de Can Ruti y director científico de Archivel Farma, la vacuna ha demostrado efectividad contra bacilos de Koch en crecimiento y en letargo, que éstos últimos no se podían combatir hasta ahora porque el sistema inmunológico no los identificaba.

Los resultados, pertenecientes a la fase II del ensayo que empezó en 2010 en Sudáfrica, son positivos y esperanzadores y, tras constatar ausencia de toxicidad, han logrado la misma respuesta en pacientes VIH positivos como negativos con la misma dosis de 25 microgramos.

A finales del próximo año, Cardona y su equipo confían en iniciar la fase III de ensayo que reclutará a 1.300 pacientes infectados con el VIH, por la gran vinculación del VIH con la tuberculosis en el mundo, lo que se da especialmente en Sudáfrica.

La mitad de los pacientes recibirá el tratamiento tradicional y la otra mitad combinará los fármacos existentes con la vacuna Ruti, en una fase que se resolverá en 2014 y, que si confirma los resultados de la fase II, facilitaría la llegada de Ruti al mercado el año 2015.

Hasta entonces, la biotecnológica Archivel Farma, que ha nacido con el proyecto científico de la vacuna, necesita 15 millones de euros para financiar los últimos estadios de la investigación y registrar el fármaco pionero.

La vacuna trata de eliminar la infección tuberculosa, provocada por el bacilo de Koch, favoreciendo un estímulo más eficiente del sistema inmunológico que el propio cuerpo activa cuando detecta los bacilos.

De garantizar su efectividad, el fármaco podría ser útil para personas con la infección en estado latente y enfermos que han desarrollado la patología.

Su principal ventaja es que reduce el tratamiento actual de nueve meses, para enfermos con la infección adormecida, a sólo un mes, teniendo en cuenta que el índice de abandono del estricto tratamiento para estos enfermos es del 70% en España, donde cada año se registran 10.000 nuevos casos de enfermos que han desarrollado la infección.

Asimismo, se calcula que un tercio de la población mundial tiene la infección en estado latente y que el 10% de las personas que no han sido sometidas a un tratamiento desarrollan una lesión importante que en el 60 por ciento de los casos puede suponer la muerte.