La jueza de Violencia de Género de San Bartolomé de Tirajana ha decretado este martes la prisión sin fianza para el marido de mujer nigeriana que se recupera en Gran Canaria de graves quemaduras en el cuerpo y la cara, al apreciar indicios de que ordenó que la mataran rociándola con ácido.
Según un auto difundido por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, la jueza considera que existen bastantes indicios contra su marido, Kingsley O., de 38 años y de nacionalidad también nigeriana, como posible autor de un delito de homicidio en grado de tentativa o subsidiariamente de lesiones, relacionado con la intención de la mujer de comenzar los trámite de divorcio. La víctima, Mabel M., que reside en Vecindario, fue “agredida brutalmente” el 22 de abril en Nigeria por un individuo no identificado que le arrojó ácido en la cara y el cuerpo cuando se encontraba en una peluquería próxima al domicilio donde se hospedaba, durante el viaje que había realizado a su país para desvincular de sus cuentas corrientes bancarias a su marido.
La jueza, Hanania García, entiende que existen “bastantes indicios” de que su marido ordenó o contrató a la persona que le arrojó el ácido, tanto por la declaración de la hermana de la víctima como de esta, que sufre lesiones “muy graves” y fue interrogada este martes durante más de dos horas en el Hospital Insular de Gran Canaria, donde permanece desde hace más de mes y medio. La declaración de la víctima es “clara, precisa y contundente” y en ella refiere que la intención de su esposo era quitarle la vida y este que la había amenazado hacía dos meses con matarla a ella y a su familia, según refiere el auto.
La juez concluye que el detenido “puede tener motivos para querer hacer daño” a su esposa, que le mantenía económicamente, pues conocía sus intenciones de divorciarse, así como de separar las cuentas corrientes y dividir los bienes. La instructora justifica la medida cautelar de prisión en evitar que el imputado pueda atentar contra la vida o integridad física de la víctima, así como porque aprecia riesgo de fuga ante la gravedad de las penas que se le pueden imponer.
En el auto, la juez también acuerda, como medida cautelar durante la tramitación del procedimiento, la prohibición del imputado de mantener con Mabel M. cualquier tipo de comunicación “oral, escrita, informática o telemática”.
Recurso de la defensa
El imputado, ha negado los hechos, así como que su mujer le comunicara su intención de divorciarse, y que le amenazara con matarla. También desmiente que pertenezca a una banda delictiva denominada Black us, como denuncia la víctima, que sostiene que ese grupo lo lidera el hermano de su marido.
La abogada de la defensa, Yliena Pulido, se ha opuesto a la medida de prisión adoptada por la juez y ha anunciado que la recurrirá, según ha manifestado a Efe. Pulido sostiene que no existen datos objetivos que le inculpen y además entiende que tampoco riesgo para la vida de su mujer porque lleva casi dos meses en el hospital y la situación de riesgo ha transcurrido.
Además, considera que se podían haber aplicado medidas menos gravosas, como establecer una orden de alejamiento y comunicación con la víctima, en lugar de dictar prisión provisional.