Hoy es un día clave para comunidad educativa. Con el recuerdo de las movilizaciones masivas en Baleares de finales de septiembre y de la última huelga estatal del pasado 9 de mayo, profesores, padres y alumnos protagonizan una jornada de protesta contra la política educativa del Gobierno que ha vaciado las aulas -el sindicato de Estudiantes cifra el seguimiento en un 90%- y ha sacado a la calle a miles de padres y alumnos en concentraciones y actividades colectivas, a pesar del mal tiempo con que ha amanecido buena parte de España.
Los frentes abiertos del conflicto educativo son múltiples: la LOMCE, tildada por oposición, sindicatos y comunidad educativa como una ley ideológica y sin consenso, una batería de recortes que no hacen sino agravar la difícil situación que atraviesan miles de familias y estudiantes en el país. Cinco claves para resumir dos años de conflicto.
La LOMCE
La Ley Wert fue aprobada hace dos semanas por el Congreso de los Diputados con los únicos votos del PP y la oposición de todos los grupos políticos y de la comunidad educativa. Ahora el trámite prosigue en el Senado, con el plazo de enmiendas abierto hasta el día 31 aunque antes, el próximo martes, la Comisión General de Comunidades debatirá, se prevé con la presencia del ministro de Educación, su incidencia territorial. Después volverá al Parlamento para su aprobación definitiva, se espera que antes de que acabe el año.
Pero más allá de los trámites políticos, los puntos más conflictivos de la que será la séptima ley educativa de la democracia son estos:
Nueva política de concesión de becas
Es otro de los puntos más polémicos de la reforma educativa y que más problemas está generando entre los estudiantes, sobre todo de cara a su continuidad en las aulas. El nuevo decreto endurece los requisitos para conseguir una beca. El 6,5 será la nota mínima para aspirar a la mayoría de las becas y ayudas para el estudio y se mantiene le 5,5 de nota mínima en Selectividad para estar exento de pagar las tasas de la matrícula del primer curso universitario, así como para ayudas en Bachillerato o FP de Grado Superior. El curso pasado, según datos oficiales, el número de beneficiarios de becas y ayudas del Gobierno se redujo un 34%.
Subida de las tasas
Educación ha fijado un mínimo para el precio de la matrícula que las comunidades autónomas pueden ampliar hasta unos máximos prefijados. Así las cosas, cada región ha ido subiendo sus tasas. Madrid es la que más lo ha hecho: un 65% en dos años, según denuncian los rectores de las universidades madrileñas. También han denunciando que esto está provocando que descienda el número de créditos matriculados por alumnos, en el caso de la Complutense, 1,2 millones menos en dos cursos.
Recortes y más recortes
Las becas de comedor, las ayudas para material escolar y para el transporte. Tres necesidades básicas que también han sufrido el tijeretazo de las administraciones. La situación varía entre unas y otras comunidades de forma sustancial.
Así, la CEAPA ha denunciado que los menús escolares han subido en siete comunidades con precios que llegan a variar hasta tres euros entre regiones. Pero además las denuncias decenas de miles de chicos se han quedado sin estas ayudas. E n Cataluña, por ejemplo, son 10.000 niños según el MUCE o en Madrid, donde se ha pasado de otorgar más de 112.000 becas en 2010 a cubrir solo las de extrema necesidad.
Hoy siguen siendo gratuitos los libros de texto en Andalucía y Navarra (fórmula de préstamo y reutilización), el resto de autonomías o las han liquidado (como Madrid o Baleares) o las han recortado muchísimo (Castilla-La Mancha, Aragón o Galicia). Hace poco más de cinco años era un modelo existente en 15 autonomías. Según datos del Ministerio de Educación, las becas de libros de texto bajaron el curso pasado un 59,3%. En total las perdieron más de 578.000 familias a los que habría que sumar más debido a los recortes en las comunidades. Otras becas de movilidad, idiomas o formación, tienen un 3% menos de beneficiarios, 24.520 menos según datos del ministerio.
Profesorado
El curso ha empezado con 80.000 alumnos más y 25.000 profesores menos, según los sindicatos. ¿Consecuencias? Aumento de las ratios por aula para plantillas más reducidas, con un efecto directo en la merma en la calidad de la enseñanza y en la individualización necesaria que requieren los alumnos. A esto hay que sumar, por ejemplo en Madrid, nuevos requisitos en las oposiciones o para las especializaciones de los interinos, a los que ahora se les exige nuevos criterios en las listas de aspirantes y sus baremos de ordenación, según explican desde el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Pública de Madrid, quienes además hoy se reúnen con la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, para tratar el tema.