Vecinos del Barranco de la Villa, en San Sebastián de La Gomera, denunciaron este jueves la cobertura de televisión y de radio “tercermundista” y la carencia de ADSL en siete barrios situados a sólo seis kilómetros de la capital y en los que reside medio centenar de personas.
El representante de un grupo de vecinos y ex presidente de la extinta asociación juvenil El Atajo, Rubén García, explicó a Efe que en los barrios capitalinos del Atajo, El Jorado, San Antonio, Lomito de Fragoso, Honduras, San Bartolo y Cañada de Inchereda sólo se pueden ver dos canales de televisión, oír algunas radios y se padece de “lentísima” conexión a Internet.
“Sólo podemos ver la uno y la sexta, esta última imaginamos que por su conexión con la Escuela Insular de Medios Audiovisuales, oír algunas radios a ratos y la conexión a Internet es desesperante y desastrosa”, precisa.
El vecino reconoce que a estas zonas nunca ha llegado la señal de televisión con calidad, debido a las dificultades de orográficas, pero comenta que hace años, al menos, se veía Antena 3, mientras que en los últimos tiempos “esto es un desastre”.
“Hace unos cinco años colocaron una antena que dejaron a medias porque faltaba un aparato que costaba un millón de pesetas, y que ya se ha quedado obsoleta”, relata.
Asegura que los vecinos han solicitado en repetidas ocasiones que se solucione este problema, sobre todo durante este último año, y critica que en las diferentes campañas electorales los políticos siempre les prometen mejoras en las conexiones que, sin embargo, al final “se quedan en nada”.
“Hemos ido a hablar con el concejal del área, Santiago Arzola, quien nos dice que ellos no tienen nada que ver con la señal y el Cabildo nos manda a hablar con el Ayuntamiento; se tiran la pelota unos a otros y nadie nos ofrece soluciones”, indica.
Rubén García destaca la importancia que tiene Internet para que los jóvenes puedan estudiar a distancia, algo que, asegura, no pueden hacer por la “tremenda” lentitud de la línea que, además, dice, pagan como si fuera ADSL.
“Es ridículo que en la época en que vivimos y con las nuevas tecnologías que hay no podamos disfrutar de algo con lo que cuenta desde hace años el resto de vecinos, sólo por vivir a seis kilómetros de la capital”, indica.